Los bebés nacen con emociones, pero como todo en esa etapa de su vida, primero son muy básicas y se desarrollan al pasar el tiempo, de la mano del crecimiento físico y mental. Cada niño y niña es único, así que tendrá un ritmo de progreso particular.
La mayoría de los padres cree que los bebés, al menos hasta los 6 meses, no son capaces de reconocer las emociones de los demás, pero se equivocan. Los recién nacidos pueden distinguirlas desde el mismo momento en que salen del vientre de la madre, aunque esa percepción se perfeccione a medida que crece.
Las emociones que siente el recién nacido son básicas: siente placer cuando es amamantado y se encuentra en brazos de su madre o padre. Siente disgusto cuando tiene sed, hambre o alguna incomodidad. Se expresa de manera exagerada pues el llanto es una forma de garantizar su supervivencia.
Los bebés tienen la capacidad de entender y de comprender de forma casi inmediata las sensaciones que las demás personas transmiten a través del rostro y de su voz. Seguro que alguna vez has observado que tu pequeño sonríe si te ve a ti sonreír, pero si te ve triste, parece que pone cara de preocupación. Incluso, si estás estresada, él estará más irritable. Esto es porque su única herramienta para comunicarse con quienes les rodean es expresar las emociones y entender las que ven en los demás.
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¿Cómo los bebés reconocen las emociones y sentimientos?
Según un estudio realizado por psicólogos y neurólogos, el sentimiento que primero identifican los bebés es el de la tristeza. Se descubrió que entre los 3 y los 7 meses son capaces de reconocer esta emoción y que lo hacen al reconocer el tono de voz de la madre. De ese modo, el sentido del oído en un recién nacido es muy importante para entender el mundo que le rodea, por eso es uno de los primeros en desarrollarse. A través de la percepción de las distintas emociones, los pequeños comienzan a generar la empatía.
Otra investigación determinó que los bebés, a partir de los 5 meses, pueden “identificar, diferenciar y comparar distintas expresiones afectivas de otros niños”. De esa manera, son capaces de reconocer de dónde proviene el llanto, o si este es de otro niño o de su hermano. En este trabajo, a los pequeños no se les presentaban las voces y las imágenes de los bebés al mismo tiempo. Es decir, que este reconocía la sonrisa del otro con solo mirarlo, sin la necesidad de escucharlo. De igual forma, solo con oírlo, y sin verlo, el bebé sonreía también.
Desde muy pequeños, los niños aprenden a diferenciar la risa y el llanto. El sonido de estas emociones es distinto y, poco a poco, los bebés comienzan a captar esas diferencias, por lo que a los pocos meses ya son capaces de distinguirlas.
¿Los bebés reconocen las emociones de sus padres?
Los bebés reconocen y sienten las emociones que suceden a su alrededor. Por lo tanto, si estás triste, él lo notará y se mostrará más irritable; mientras que, si te siente feliz, él también estará contento. ¿Cómo le afectan al bebé los distintos estados de ánimo de sus padres? Te lo contamos a continuación.
Las emociones de su entorno y el estrés de los padres
Cuando nos sentimos cansados, el estrés se contagia a los pequeños. Esto ocurre porque cuando tenemos nuestra mente ocupada en distintos asuntos que nos preocupan, nos concentramos menos en lo que necesita nuestro pequeño, por lo que el bebé puede notar cuándo el estrés de sus padres aumenta. Con esto, también puede experimentar soledad y miedo, lo cual le puede ocasionar inseguridades a las que en un futuro será difícil poner solución.
Por lo tanto, si nos encontramos estresados, es importante tratar de no llevarlo a nuestra vida privada. Incluso, de ser necesario, es buena idea buscar ayuda para gestionar las emociones y criar a nuestros pequeños de forma correcta.
La importancia de controlar las emociones alrededor del bebé
Todos los padres, incluso los más agradables, tienen días o determinados momentos en los que emocionalmente no se encuentran bien. Puede que estén cansados por el exceso de tareas del día a día, o que se sientan frustrados porque algo no les salió bien. A pesar de que todas estas situaciones sean normales y comunes a todos, es importante que aprendamos a combatir aquellos sentimientos negativos que aparecen y hacerlo de una forma sana.
No debemos olvidarnos que los bebés progresan cuando hay a su alrededor personas positivas y felices. Por ello, es necesario evitar aquellas emociones negativas que puedan perjudicar a nuestros pequeños. Puede ayudarnos el hecho de tomarnos un descanso del bebé cuando sentimos que estamos por estallar, y así protegerlo de esas emociones negativas. Para eso, podemos contar con la ayuda de nuestra pareja o de alguna persona de confianza.