La neumonía es una enfermedad del sistema respiratorio en la cual hay inflamación de los alvéolos de los pulmones. Los alvéolos son los pequeños sacos en los cuales el oxígeno del aire pasa a la sangre y se elimina dióxido de carbono. La neumonía suele ser infecciosa y puede afectar una parte del pulmón o todo el órgano.
La neumonía es una enfermedad curable tanto en niños como en adultos, siempre y cuando se diagnostique y se trate a tiempo, aunque puede llegar a ser grave e incluso mortal en personas inmunocomprometidas. Puede ser muy contagiosa porque se propaga por medio de tos, estornudos y mucosidad. Los pacientes que han padecido neumonía suelen curarse y no tener secuelas, pero deben tener una serie de cuidados especiales, porque son más propensos a volver a contraerla o padecer otras enfermedades.
Complicaciones y secuelas de una neumonía en niños y adultos
Las complicaciones de la neumonía más frecuentes que pueden ocurrir son las siguientes:
- Derrame pleural: esto ocurre cuando se acumula líquido en la pleura, que es la bolsa que envuelve a los pulmones.
- Empiema: el empiema es la acumulación de pus en la pleura.
- Absceso pulmonar: es la creación de un compartimiento lleno de bacterias, pus y material pulmonar muerto, en alguna parte del pulmón.
- Síndrome de insuficiencia respiratoria del adulto: es una complicación, que como su nombre lo dice, causa insuficiencia respiratoria crónica.
- Recurrencia: esto es la ocurrencia de neumonía dos o más veces con poco tiempo entre una y otra.
- Neumonía crónica: esta es la neumonía que aparentemente no se cura, que permanece con el paciente por más de un mes a pesar de tener tratamientos diversos.
- Neumonía necrotizante: este tipo de neumonía mata partes del pulmón, puede ser por el tipo de agente infeccioso o por condiciones del paciente.
- Sepsis: es la infección de la sangre, cuando una infección pasa de estar contenida en un lugar a ir por el torrente sanguíneo y afectar a todos los órganos y sistemas
Todas estas complicaciones son el resultado de la suma de varios factores, entre los que se encuentra el estado de salud del paciente antes de la neumonía, la velocidad con la que se le aplicó tratamiento y los cuidados posteriores a la resolución de la neumonía.
Cuidados después de una neumonía en niños
Se requieren cuidados posteriores generales de recuperación, la neumonía es un proceso delicado, por lo que es importante que el paciente sea consciente en la medida de lo posible de que debe guardar cierto reposo por un tiempo. Hay algunas consideraciones generales a tomar en cuenta:
- Tomar muchos líquidos, esto ayudará a hidratar la mucosa y que el moco en los pulmones pueda salir fácilmente.
- Evitar exponerse a humos de todo tipo, en especial al de tabaco.
- Evitar asistir a eventos multitudinarios, ya que es más fácil contraer una nueva infección ahí.
- Evitar saludar con besos.
- Lavarse las manos con agua y jabón y en la medida de lo posible, desinfectarse las manos.
- Puede ser necesario aplicarse una vacuna contra el neumococo, su médico le indicará cuándo es el mejor momento para ponerla.
- Aplicarse la vacuna antigripal o antiinfluenza todos los años.
- Evitar exponerse a cambios bruscos de temperatura, cubrir cuello, pecho y en ocasiones boca y nariz, el aire frío puede hacer que las vías respiratorias se contraigan y se produzca tos.
- Evitar estar cerca de personas enfermas de gripe o tos.
- Alimentarse adecuadamente, consumir frutas, verduras y reducir los alimentos procesados.
- Si el médico indicó medicamentos para tomar en casa, seguir al pie de la letra las indicaciones, tomar el medicamento en horario y no saltarse ninguna dosis.
- No usar medicamentos que el médico no haya indicado.
- Descansar tanto como sea necesario, es muy probable que al inicio, se sienta mucho cansancio y no se puedan llevar a cabo las actividades cotidianas de forma normal.
- En el caso de los niños, cuidar que estén consumiendo alimentos nutritivos para su edad y peso, evitar los alimentos ricos en azúcares, ya que estos favorecen el crecimiento de bacterias.
- En los niños, ofrecer dieta normal, en los lactantes, ofrecer seno materno o fórmula a libre demanda, si el niño come poco, ofrecerle más veces de lo habitual, puede cansarse de mamar y necesitar hacer pausas,
- En niños mayores, ofrecer frecuentemente agua, té o jugos naturales, evitar los jugos procesados, ya que contienen mucho azúcar.
- Es posible que el niño vomite por la tos, se debe esperar unos minutos y volver a ofrecer cantidades pequeñas de alimento o líquidos.
Razones para acudir al médico después de una neumonía en niños
Es importante vigilar los siguientes signos y síntomas para que al momento en que se presenten, se preste atención médica inmediata:
- Dificultad para respirar, en los niños puede verse como respiración intensa por la boca, puede acompañarse de llanto desesperado.
- Contracción intensa de los músculos del pecho, puede manifestarse con dolor.
- Respiración rápida.
- Ruidos al respirar similares a ronquidos o gruñidos.
- Cambio de color a azul o morado en la piel de las uñas, dedos, o labios.
- Cansancio extremo.
- Inactividad intensa.
- Aleteo de las fosas nasales.
- Pérdida de apetito importante, es normal que la persona tenga apetito disminuido, pero esta pérdida no debe ser demasiado intensa.
- Hay dolor en el pecho al respirar.
- Se siente sueño intenso, o es incapaz de mantenerse despierto.
- Aparición de sangre en la mucosidad o moco oscuro.
- Fiebre.
En cualquiera de estos casos, se debe acudir con su médico o al servicio de urgencias más cercano para tratar cualquier complicación de la respiración. En niños pequeños, es importante vigilarlos de cerca, ya que pueden no expresar claramente los síntomas, por lo que debemos buscar los signos, en especial la dificultad para respirar o el cambio de coloración de labios, uñas o dedos, lo cual nos indicaría una falta de oxígeno en la sangre.