Mantener los niveles de nutrientes en rangos óptimos resulta esencial durante todas las etapas de la vida. Ahora bien, experimentar déficits en ciertos momentos puede ser especialmente perjudicial. Por ello, te vamos a contar cuáles son las consecuencias de la carencia de vitamina D en el embarazo.
Antes de nada, has de tener en cuenta que este nutriente se puede conseguir por medio de la dieta, aunque también existe una producción endógena dependiente de la luz solar.
Estas son las posibles consecuencias por carencia de vitamina D en el embarazo
Lo mejor para asegurar que se cubren los requerimientos de vitamina D es exponerse a la radiación del sol con frecuencia, aunque también se puede recurrir a algunos alimentos. Pero, una carencia de este nutriente podría ocasionar las consecuencias que se detallan a continuación.
Bajo peso al nacer
Una de las primeras consecuencias de la carencia de vitamina D en el embarazo es un bajo peso del bebé al nacer.
Parto prematuro
Hay que asegurar el aporte regular del elemento para conseguir que el crecimiento del feto sea adecuado durante las semanas de gestación. Incluso, podría experimentarse un parto prematuro si los niveles del nutriente no son los adecuados.
Además de exponerse a la luz solar, conviene incluir en la dieta pescados azules, huevos y lácteos enriquecidos. Un suplemento también puede resultar beneficioso para corregir déficits. No obstante, este ha de estar pautado y supervisado por un especialista.
Desarrollo de diabetes gestacional
Otra de las consecuencias de unos niveles bajos de vitamina D puede ser un mayor riesgo de desarrollar diabetes gestacional, así como de otras alteraciones ligadas al metabolismo de la madre.
Alteraciones neurológicas en el bebé
También, se pueden experimentar alteraciones neurológicas en el bebé, así como un mayor riesgo de desarrollo de problemas autoinmunes. Muchas patologías inflamatorias están ligadas a unos niveles adecuados del nutriente, por lo que conviene asegurar que se cubren los requerimientos durante todas las etapas de la vida.
¿Es necesario suplementar con vitamina D durante el embarazo?
Una pregunta frecuente tiene que ver con la necesidad de incluir en la pauta nutricional un suplemento de vitamina D durante el periodo de gestación. Lo cierto es que la mejor manera de asegurar que se cubren las necesidades del nutriente es por medio de la exposición a la luz solar frecuente.
Se trata de una vitamina liposoluble, por lo que existen depósitos de la misma en el organismo que se mantienen a medio plazo. Es determinante, por ello, asegurar que durante las épocas de mayores horas de luz al día se toma radiación ultravioleta de forma regular. De todas formas, se deben mantener ciertos hábitos para proteger la piel.
Ahora bien, si se detecta que los niveles séricos de vitamina D son deficientes, lo mejor es optar por la suplementación. Alcanzar un buen estatus de este nutriente solo por medio de los alimentos podría llegar a ser complicado. Incluso, no siempre es viable incrementar la cantidad de sol recibida. Por ello, se puede optar por algún complemento nutricional que corrija el problema.
Con esta estrategia se evitan las alteraciones relacionadas con el desarrollo del feto, al tiempo que se mejora la salud de la madre. Hay que tener en cuenta que la vitamina está implicada en la fijación del calcio en los huesos y en su absorción a nivel intestinal. Mantener una situación de déficit podría suponer un mayor riesgo de osteoporosis para la mujer.
Es fundamental evitar la carencia de vitamina D en el embarazo
Según lo comentado, resulta determinante evitar la carencia de vitamina D en el embarazo. Este nutriente cuenta con muchas funciones dentro del organismo. Por ejemplo, actúa como protección de la salud de los huesos y también asegura el correcto desarrollo de los músculos. Además, presenta efectos sobre el desarrollo nervioso y sobre los niveles inflamatorios.