En algunos casos, durante las pruebas rutinarias del embarazo o ante determinados sintomas, se detecta que la embarazada presenta un tumor cancerigeno, lo cual puede hacer peligrar el embarazo, aunque depende del tipo de tumor, su estadio, las semanas de gestacion… En algunos casos, es posible continuar con el embarazo y tratar el cancer con exito.
El cancer es una enfermedad que ha aumentado preocupantemente en los últimos anos y, a pesar de los enormes avances, todavia es una de las principales causas de mortalidad en el mundo.
La mayoria de los tipos de cancer se presentan a partir de los 50 anos, pero cada vez es mas habitual diagnosticar un tumor en la vida fertil de la mujer, incluso estando esta embarazada, lo cual supone un doble peligro ya que, mientras dentro de ella crece el bebe, tambien lo hace un tumor que puede poner en riesgo su vida y la del pequeno, por eso descubrir un cancer en el embarazo es muy duro y puede obligar a tomar decisiones muy complicadas.
Y es que tanto para los futuros papas como para los medicos se presenta un dilema que no siempre es facil de resolver: seguir con el embarazo y retrasar el tratamiento puede hacer que el tumor crezca y se extienda a otros organos, poniendo en peligro la vida de la madre; pero el tratamiento tambien puede poner en peligro la vida del feto. Ademas, el diagnostico en estos casos suele ser mas tardio porque los sintomas pueden confundirse, a veces, con sintomas del embarazo, por lo que suele detectarse el tumor en un estadio mas avanzado, dejando poco margen de maniobra. Por todo esto, el manejo del cancer en el embarazo es muy complicado.
Tipos de cancer mas habituales en embarazadas
El mas frecuente en medicina es el cancer de mama, que se presenta en 1 de cada 3.000 a 10.000 gestantes. De hecho, de todos los canceres que se detectan en el embarazo, uno de cada cuatro es de mama. Tambien es muy habitual el cancer de cuello de útero, casi en la misma proporcion que el de mama. Los siguientes tipos mas frecuentes son las leucemias (15%) y los linfomas (10%). Un 8% se debe a melanomas y un 4% a cancer de tiroides.
A pesar de lo que algunas personas piensan, el embarazo no es un factor que favorezca el desarrollo de un tumor o la neoplasia debido a los cambios hormonales. Las mujeres embarazadas no tienen mayor riesgo que las que no lo estan de sufrir esta enfermedad; lo que si es cierto es que el embarazo puede dificultar el diagnostico, sobre todo en el caso del cancer de mama ya que los senos sufren muchos cambios en estos meses, lo que puede demorar el diagnostico.
Diagnostico del cancer en el embarazo
En ocasiones, el cancer se detecta en alguna de las revisiones habituales de la gestacion, ya que ciertas pruebas, como los analisis o las ecografias, pueden mostrar alguna alteracion que haga sospechar al medico. Para confirmar el diagnostico, sera necesario llevar a cabo algunas pruebas, aunque siempre teniendo en cuenta el estado de la mujer.
Las mamografias se pueden realizar sin problemas ya que el riesgo de radiacion es minimo para el feto, pero no se suelen emplear en el embarazo porque los cambios en las mamas en estos meses hacen que no sea igual de valida. Por supuesto, se pueden hacer todo tipo de ecografias y en cualquier organo sin problemas. Tambien se pueden hacer radiografias, protegiendo al feto con un delantal de plomo, o biopsias. Sin embargo, se debe evitar la realizacion de una TAC debido a la elevada radiacion que puede recibir el feto, estudios de medicina nuclear en las que se usan sustancias radioactivas, contrastes yodados, etc.
¿Cual es el tratamiento del cancer en embarazadas?
Los tratamientos para esta enfermedad son los mismos, pero es necesario tener en cuenta el estadio del tumor (si se ha extendido o no a otras partes del cuerpo), su tamano, el tipo de cancer, la edad gestacional del feto, la salud general de la mujer, los sintomas que presenta, posibles efectos adversos del tratamiento en el feto, riesgos para la madre de retrasar la terapia, etc.
Según estas condiciones, se puede optar por retrasar el tratamiento hasta que el nino pueda nacer, lo cual seria lo mejor siempre que el cancer este en un estado muy inicial y se pueda asegurara la vida de la mujer si se espera. Normalmente, se adelanta el parto a la semana 35 para evitar complicaciones en el feto y empezar a tratar a la madre cuanto antes.
Si el embarazo se detecta en los primeros meses, lo mas probable es que no se pueda esperar y haya que empezar cuanto antes el tratamiento, aunque siempre teniendo en cuenta la edad del feto para elegir la terapia menos invasiva y agresiva para el.
La cirugia, generalmente, se puede llevar a cabo sin problemas, a no ser que el tumor se encuentre en el útero. La anestesia no supone un riesgo para el feto, aunque se deberan controlar sus funciones vitales durante la operacion. Generalmente, se opta por la cirugia mas radical para eliminar todo el tumor y, si es posible, que no haya que dar radio ni quimioterapia.
En cuanto a la radioterapia, puede suponer un riesgo potencial para el feto, aunque no se tenga que radiar la zona del abdomen, por lo que se intenta evitar. Y, si no hay mas remedio, esperar a que pasen los tres primeros meses de embarazo, los mas peligrosos ya que son en los que se forman los organos principales. Antes de las 10 semanas de embarazo, la radioterapia puede causar un aborto. Hasta la semana 16 puede provocar retraso mental y retraso del crecimiento y, a partir de los seis meses hasta el nacimiento, puede producir esterilidad, tumores malignos o alteraciones geneticas. Se puede llevar a cabo con menos riesgo si es por encima del abdomen.
La eficacia de la terapia hormonal, sola o con quimioterapia en mujeres embarazadas, aún no ha sido determinada, pero se sabe que el tamoxifeno es altamente teratogeno.