cojín de lactanciaDefinitivamente, la etapa de la maternidad es una experiencia maravillosa, pero no podemos romantizarla ya que puede llegar a presentar algunos desafios, especialmente durante la lactancia. Para ayudar a que este proveso sea más cómodo y placentero tanto para el bebé como para la nueva mamá, es importante contar con un cojín de lactancia de calidad. Este accesorio aparte de generar comodidad durante la alimentación del bebé, también contribuye al descanso de mamá y bebé.

Siete motivos por los que agradecerás tener un cojín de lactancia si esperas un bebé:

#1 Descanso al final del embarazo

El cojín de lactancia modelo plátano o XL favorece el descanso de la embarazada en los últimos meses antes del parto, cuando tomar una postura cómoda para dormir puede resultar complicado. Al colocarse tumbada lateralmente abrazando el cojín con las piernas, las caderas, piernas y espalda de la mujer en estado se relajan.

Gracias a su adaptabilidad y a los puntos de apoyo adicionales que aporta al cuerpo en su conjunto, la postura será más confortable, lo que repercutirá en una mejora del sueño y en un descanso de mayor calidad durante la recta final del embarazo.

#2 Alimentación del bebé

Como su nombre indica, el cojín de lactancia está previsto para ayudar a alimentar al bebé desde su nacimiento, ya sea con lactancia materna o mediante biberón. Su utilización permite a la madre dar de comer el pequeño en una postura óptima para los dos. De esta manera se facilita un buen agarre al pecho y los dos podrán pasar los ratos de las tomas cómodamente, evitando así la tensión en el cuello, el brazo, la zona lumbar y la parte alta de la espalda de la madre. Además, permite a la madre tener una de las dos manos liberadas cuando la necesite para cualquier otra cosa.

El uso de estos cojines está especialmente recomendado para personas que hayan tenido un parto por cesárea, ya que permite amamantar al bebé sin apoyarlo sobre el vientre”, destaca el especialista.

#3 Menor presión tras la cesárea

Ligado a la idea anterior, otro de los beneficios de la almohada de lactancia es el alivio de la presión sobre el abdomen en las mujeres que han sido intervenidas por la cesárea no solo cuando alimentan al recién nacido, también en los ratos en los que lo sostiene en su regazo mientras se encuentra sentada.

2. Apoyo Firme y Confortable: Un cojín de lactancia de calidad debe tener un relleno firme pero suave que proporcione un soporte adecuado tanto para la mamá como para el bebé. Esto garantiza una posición cómoda y estable para el bebé mientras se alimenta, lo que puede ayudar a prevenir el reflujo y otros malestares digestivos. Además, la firmeza del cojín ayuda a mantener una postura adecuada para la mamá, evitando dolores musculares y cansancio durante las sesiones de alimentación prolongadas.

#5 Alimentación simultánea

Alimentar a bebés gemelos o mellizos, así como a un recién nacido y a otro pequeño al mismo tiempo puede ser una tarea realmente compleja. «Muchas madres de varios bebés encuentran la solución a este problema en este tipo de cojines y aseguran que no podrían haber amamantado a sus hijos si ellos», relata Calvo.

Las dimensiones de la almohada de lactancia de tipo XL permiten sostener a dos niños al mismo tiempo, uno a cada lado, cuando la madre los amamanta o cualquier persona les alimenta con biberón.

#6 Separación en la cama

En familias que optan por alimentar al pequeño en la cama durante la noche, es frecuente emplearlo como separador entre la persona que comparte el lecho y la madre o padre que amamanta o da el biberón al bebé. La finalidad de esto es evitar choques o manotazos involuntarios del adulto que permanece dormido porque el cojín delimita una ‘frontera’ entre el que duerme y los otros dos. Las personas que se mueven mucho por la noche pueden dormir más tranquilas utilizando este sistema.

#7 Sujeción del bebé

Para mantener al bebé dormido en brazos durante largos periodos de tiempo y sin perder la comodidad, o cuando un familiar quiere sostenerlo en cualquier momento, este elemento ayuda a cogerlo sin despertarlo y procurándole un soporte adecuado para alargar el sueño.

«Estos cojines se utilizan además como reductor de cuna durante los primeros meses del bebé, en el caso de los que duermen en cunas de tamaño estándar en lugar de cestos o minicunas»”, explica este especialista. También sirven de apoyo al bebé cuando está recostado y en la fase en la que comienza a mantenerse sentado.

Además, hay quien los utiliza incluso cuando los niños de cualquier edad, que quieren dormir con sus padres o acuden improvisadamente al lecho materno por la noche, se quedan dormidos en él.