Las lentejas se caracterizan por su alto contenido nutricional y energético, su rico sabor y su versatilidad dentro de la cocina. Las características de este alimento se traducen en bienestar para las personas que las consumen regularmente. Por esta razón, son altamente recomendadas en etapas como el embarazo y el postparto, donde las necesidades nutricionales aumentan con el fin de mantener la salud de la madre y el bebé.
Fuente de vitaminas y minerales
Si hablamos de los beneficios de comer lentejas en el embarazo, empezaremos describiendo su composición nutricional (por cada 100 gramos):
- Calorías: 351 kcal.
- Proteínas: 23,8 gr.
- Grasas: 1,8 gr (ácidos grasos saturados, ácidos grasos insaturados y poliinsaturados, omega6).
- Hidratos de carbono: 54 gr.
- Fibra: 11,7 gr.
- Vitaminas: B1, B2, B3, B5, B6, C, K, E.
- Ácido fólico en altas cantidades: más del 90% de las recomendaciones diarias.
- Hierro: 7,1 gr.
- Magnesio: 78 gr.
- Zinc: 3,1 gr.
- Potasio: 737 gr.
- Fósforo: 240 gr.
Además de lo anterior, por un lado, también contiene cobre, manganeso, molibdeno, selenio y calcio. Así pues, comer lentejas en el embarazo ayuda a prevenir alteraciones de salud causadas por una mala alimentación como anemia, diabetes, resfriados comunes, osteoporosis, malformaciones fetales, problemas a nivel gastrointestinal o fatiga, entre otros.
Por otro lado, es un alimento rico en proteínas, necesarias para la formación y crecimiento del bebé, y nutrientes, como magnesio, fosforo y zinc, esenciales para la formación de los huesos, dientes y otros tejidos como los músculos.
Previenen la anemia
La anemia gestacional es una alteración que se presenta en el 50% de las embarazada a causa del aumento del volumen sanguíneo materno durante esta etapa y debido a una alimentación inadecuada, pobre en hierro y vitamina C.
En este sentido, comer lentejas en el embarazo ayuda a prevenir la anemia por ser una fuente de hierro, un mineral necesario para la formación de los glóbulos rojos y, a su vez, porque aporta oxígeno a los tejidos. El hierro también interviene en la síntesis de hormonas y en la formación de tejido conectivo.
Ayudan a fortalecer el sistema inmunológico
Entre los beneficios de comer lentejas en el embarazo esta la reducción de las infecciones. Su alto valor nutricional, y su aporte de proteínas, magnesio y vitamina C, hace que se refuerce el sistema inmunológico de la madre, el cual se ve alterado durante la gestación. Además, previene infecciones comunes de esta etapa como los resfriados, las infecciones de orina y las infecciones vaginales.
Son bajas en grasas
Otro de los beneficios de comer lentejas en el embarazo es que es un alimento bajo en grasas muy adecuado para consumir cuando la madre tiene sobrepeso o no desea subir kilos extras en el embarazo.
En este sentido, media taza de lentejas posee 9 gramos de proteínas y sólo 115 calorías. Lo mejor de esto es que, por su alto contenido en fibra, se genera una sensación de saciedad que perdura por horas, disminuyendo la necesidad de consumir alimentos frecuentemente.
Evitan el estreñimiento
Dentro de los beneficios de comer lentejas en el embarazo, destaca la prevención del estreñimiento, una molestia que se desencadena por la acción hormonal en el musculo liso de los intestinos, especialmente de la progesterona, provocando un enlentecimiento en la motilidad intestinal.
El alto contenido de fibra soluble de las lentejas permite un mejor tránsito intestinal del bolo fecal, evitando tanto el estreñimiento como las hemorroides que pueden surgir a causa de este.
Dan energía
Uno de los síntomas que más perduran durante el embarazo es la fatiga y el cansancio, producto de los cambios que experimenta el organismo para favorecer la formación y desarrollo del bebé. Para evitar este síntoma, no hay nada mejor que consumir lentejas en el embarazo, pues contienen carbohidratos que se descomponen lentamente y que producen energía que dura gran parte del día.
Esto lo convierte en uno de los alimentos en el embarazo más beneficiosos, especialmente en el primer y tercer trimestre, donde la falta de energía puede afectar el bienestar de la madre, así como su rutina diaria.
Mejoran la absorción de nutrientes
Otro de los beneficios de comer lentejas en el embarazo se relaciona con la gran cantidad de fibra que poseen. Esta fibra se encarga de mejorar la composición de la flora intestinal y así, a favorecer la digestión de los alimentos que, en ocasiones, puede verse alterada y enlentecida en el embarazo.
De igual manera, la fibra mantiene “limpios” los intestinos, ayudando así a una mejor absorción de nutrientes procedentes tanto de la dieta diaria como de los complementos nutricionales recetados por el médico.
Previene la diabetes gestacional
Si hablamos de beneficios de comer lentejas en el embarazo, uno muy importante es que ayudan a mantener los niveles de azúcar en sangre adecuados, gracias a su alto contenido en fibra y a su bajo índice glicémico. Además, las lentejas también son recomendadas por los nutricionistas en madres que padecen diabetes gestacional, con el fin de evitar alzas repentinas de azúcar gracias a la gran cantidad de fibra soluble que contienen.
Fortalecen el sistema cardiovascular
El consumo frecuente de lentejas en el embarazo ayuda a mejorar el flujo sanguíneo de la madre, pues fortalece las paredes de los vasos sanguíneos y el músculo cardiaco. Así mismo, el potasio que aporta las lentejas previene la hipertensión arterial en esta etapa, que a su vez puede desencadenar la preeclampsia, una grave complicación que puede afectar órganos como los riñones y el hígado.
Ayudan a la correcta formación del bebé
Las lentejas contienen ácido fólico y se estima que, con una ración de las mismas, se cubre el 90% de los requerimientos diarios de esta vitamina. El ácido fólico participa en la correcta división celular, así que ayuda a la formación del Sistema Nervioso Central del bebé y de otros tejidos y órganos vitales. Además, previenen defectos del tubo neural como la espina bífida, anencefalia y otras malformaciones congénitas en el bebé.
Otra ventaja de consumir esta legumbre durante la gestación es su versatilidad al prepararlas. Con ella, se pueden hacer sopas, guisos y ensaladas, acompañados de otros alimentos que potencien sus beneficios.
Se recomienda consumir tres raciones por semana de legumbres en el embarazo, especialmente de lentejas. Conviene consumirlas después de remojarlas durante unas 4 horas o más, con el fin de prevenir gases y otras alteraciones gastrointestinales que pueden generarse debido a su contenido de almidón.