¿Solo, tan pronto? ¡Si! A partir de los 3 o 4 meses, puedes estimular la capacidad de tu bebé para jugar solo aprendiendo a no intervenir demasiado. Sigue estas seis reglas que te pueden ayudar.
Regla # 1: déjalo jugar libremente
Cuando el pequeño se esté distrayendo solo, si es posible, no lo interrumpas. Eso vale para los niños de mas mayorcitos, pero también para los bebés. Cuando se despiertan, la mayoria de los bebés se quedan tranquilamente en su cuna, jugando con las manos o balbuceando. Esos momentos en los que tu hijo se basta a si mismo constituyen el inicio del juego de la independencia.
Consejo: puedes alargar esa fase de descubrimiento colocando en el cuna o atando a los barrotes un sonajero multicolor, un espejito, campanillas o animales de peluche.
Regla # 2: crea un entorno apasionante
Si tu bebé está tumbado sobre una manta, coloca juguetes cerca de él, al alcance de su mano.
Consejo: ofrécele esos juguetes solo si juega solo. Luego guardalos. Eso aumenta el atractivo de los mismos.
Regla # 3: Estimúlalo introduciendo momentos de juego en solitario
Tu bebé hallará mejor su propio ritmo de juego si tiene oportunidad de distraerse solo de forma regular. Lo ideal son fases de juego, una o dos veces al dia, en momentos determinados y en una atmosfera tranquila, sin radio ni television.
Consejo: Si tu hijo no juega solo, empieza por jugar tú a su lado, pero no con el. Y dedicate a otra actividad en cuanto el nino se “sumerja” en el juego.
Regla # 4: sál de la habitación
El bebé tiene que seguir jugando, aunque lo dejes solo en la habitación unos minutos (por supuesto, vigilando siempre que el entorno sea seguro).
Puedes entrenarlo a hacer esto a partir de los cuatro meses: escoge un momento en el que el pequeño este fascinado por alguna cosa y, entonces, sal de la habitación. Prolonga poco a poco la ausencia.
Consejo : si no le gusta estar solo, mantén el contacto hablándole.
Regla # 5: puedes intervenir solo si es necesario, eso lo estimulará más
La pelota rueda demasiado lejos o dos cubos no encajan: siempre hay una situación en la que tu hijo parece necesitar ayuda. Pero no conviene precipitarse. Puede que sepa resolver el problema por si mismo.
Consejo: a veces basta con hacer una pregunta (“¿que más podriamos hacer con esta pelota?”) para que el niño continúe jugando solo.
Regla # 6: no esperes mucho
Todos los bebés pueden aprender a jugar solos. ¿Cuánto tiempo? Eso depende de cada niño. Es normal que los menores de un año se distraigan solos de cinco a diez minutos. Entre 1 y 3 años, podrán pasar de 15 a 30 minutos. Pero es importante que no estés lejos.
Consejo : aprovecha el tiempo que tu hijo te “concede”.
Un bebé no solo juega con sus juguetes…
Es comprensible la decepción de los padres cuando su hijo se interesa más por el papel del envoltorio que por el juguete que le acaban de regalar. Pero, si lo observan, verán que su hijo está desarrollando la inteligencia divirtiéndose precisamente con ese envoltorio. Un papel de regalo, una caja, un lazo… son accesorios lúdicos que atraen mucho al bebé porque son neutros, no tienen una función predefinida: no se espera que el pequeño haga un gesto concreto para encajar los cubos o las piezas del puzle. ¡Puede hacer con ello lo que quiera! Y un envoltorio esconde muchas posibilidades: el bebé puede rasgarlo, arrugarlo, ponerselo en la cabeza y experimentar muchas cosas. Dejándole actuar, los padres contribuyen a construir en el interior de su hijo una solida confianza en si mismo que le animará a continuar su búsqueda exploradora.