travesuras en niñosPrimero que todo, es importante puntualizar en que las travesuras en los niños son buenas, normales y naturales durante la infancia. Principalmente, se deben al afán exploratorio de los niños y a su naturaleza inquieta por descubrir cada cosa a su alrededor.

Hay que tener muy presente que no es bueno etiquetar a los niños, a pesar de que habitualmente utilizamos las etiquetas sin ninguna mala intención. En este caso, hablamos de los niños que hacen muchas travesuras, los cuales suelen ser niños muy vivaces que se encuentran en una constante exploración del mundo que los rodea.

¿Por qué un niño hace tantas travesuras?

Existen diversas razones por las cuales un niño puede ser muy travieso. Recuerda que todos los niños hacen travesuras de vez en cuando, y que se trata de algo perfectamente normal.

Hay algunas razones por las cuales los niños pueden mostrarse muy traviesos, y es que su comportamiento puede indicarnos lo que sucede en su interior, sus pensamientos y emociones. Así, los niños muy traviesos pueden indicarnos que:

#1 El pequeño entiende que es una persona independiente a papá y mamá

Y es que justo en esta etapa se produce una crisis en la que el niño comprende realmente que se trata de una persona diferente aparte de mamá y papá, comenzando una reestructuración del modo en el que se comprende a sí mismo con el mundo entero y de la relación con sus cuidadores.

#2 Buscan atención

Una de las maneras en las que los niños nos muestran que necesitan mayor atención de nosotros como padres es hacer muchas travesuras.

La idea de ellos es conseguir atención, no importa si se trata de una manera positiva o negativa, y esto implica muchas veces hacer travesuras constantemente.

#3 Ingreso a la vida escolar

Lo mismo vuelve a suceder alrededor de los seis años de edad, cuando se presenta otra crisis para el niño que implica cambios importantes, lo que justamente suele coincidir con la escolaridad. Al tener tantos cambios frente a sí mismos, es normal que los niños tengan conductas traviesas.

#4 Aburrimiento

Otra de las causas más comunes del comportamiento travieso en los niños es el aburrimiento. Y es que cuando no tienen nada divertido que hacer, su naturaleza los llevará a explorar nuevas posibilidades, y eso implica muchas veces conductas que quizás no son las más adecuadas.

#5 Temperamento y carácter

Por otro lado, las travesuras forman parte de la naturaleza intrínseca de los niños, y de su deseo innato de experimentar con el entorno que les rodea, de explorar, descubrir, aprender…

#6 Ausencia de los padres

Otra de las razones frecuentes para que un niño se comporte de manera traviesa es que no cuenta con tiempo suficiente con sus padres, entonces busca llamar su atención para que puedan estar atentos a él.

Y con esto no pretendemos “culpabilizar” a nadie, ni mucho menos; tan solo entender algunas de las posibles causas de estas travesuras.

¿Cuándo debo preocuparme por las travesuras de mi hijo?

Ahora ya sabemos que estas conductas son normales en función de la edad, la etapa evolutiva de nuestros hijos y su personalidad. Pero, ¿hay algún motivo por el que estas conductas requieren de atención especial?

Lo cierto es que sí y es trabajo de los padres valorar hasta qué punto las travesuras de los pequeños son meras formas de explorar el mundo o llamar la atención y cuándo pueden ser motivo de consulta con especialistas. Así, se puede decir que las travesuras dejarán de ser “normales” cuando estas interfieran en su día a día, en el ambiente familiar y cuando estas persisten a lo largo de su crianza sin cesar entre etapas.

Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)

Son muchos los trastornos por ansiedad e hiperactividad que se van diagnosticando a diario, las causas de los cuales pueden ser muy diversas. Sin embargo, uno de los más frecuentes es el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.

El niño con TDAH se caracteriza por ser de lo más hiperactivo, al que le cuesta mucho concentrarse y centrarse. Sin embargo, también hay casos en los que se puede dar la falta de atención y, sin embargo, el niño no mostrar signos de hiperactividad. Sea como sea, si podemos reconocer alguno de los siguientes en nuestros hijos, ponernos en manos de especialistas es lo mejor, ya que son ellos los que nos podrán indicar si los síntomas son representativos de trastorno o no:

  • Dificultades para seguir las normas
  • Problemas de organización
  • Distracciones constantes
  • Dificultad para permanecer sentado
  • Movimientos excesivos de los pies y las manos
  • Interrupciones constantes en las conversaciones
  • No puede mantener actividades tranquilas
  • Se olvida de tareas y rutinas diarias

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