Lo normal es que los bebés que se alimentan bien vayan ganando peso rápidamente, hasta que observan los típicos rollitos en su barriguita, brazos y piernas. Sin embargo, existen pequeños que, aunque coman bien, no parecen asimilar sus comidas, por lo que su peso no aumenta.
¿Cuándo se considera que un bebé está bajo de peso? Para responder a esta pregunta vamos a explicarte cómo es el aumento de peso de los bebés. En los primeros días de nacido, algunos bebés pueden bajar entre un 7 y 10% de su peso, que luego recuperan pasados unos 15 días. A partir de aquí, el aumento de peso del bebé suele darse de la siguiente manera:
- Primeras 6 seis semanas de vida: 20 gramos diarios (140 gramos por semana).
- Entre las 6 semanas y los 4 meses: 100-200 gramos por semana.
- Entre los 4 y los 6 meses: 80-150 gramos por semana.
- Entre los 6 y los 12 meses: 40-80 gramos por semana.
Como vemos, la ganancia de peso más marcada de los bebés se da hasta los 4 y 6 meses, después esta curva tiende a aplanarse. Aunque cada bebé crece a su ritmo y son muchos los factores que intervienen, lo usual es que en los primeros 6 meses, los bebés ganen alrededor de 600 gramos por mes, y entre los 6 meses y los 12 meses, ganen alrededor de 500 gramos por mes. Puntualmente, los bebés duplican el peso al nacer a los 5 meses, lo triplican al año y cuadriplican a los dos años.
Mi bebé come bien pero no engorda ¿es normal?
A partir de la información que acabamos de exponer, vemos que es normal si un bebé mayor de 12 meses no aumenta tan rápido de peso como lo venia haciendo, pues en esta etapa ya comienza la desaceleración de la ganancia de peso mensual. Es importante tener en cuenta estas pautas de crecimiento, especialmente cuando sientes que tu bebé come, pero no engorda.
Ante todo, la valoración final debe realizarla el pediatra, quien evaluará si las medidas antropométricas del bebé están dentro de lo normal para su edad. El especialista usa las tablas de percentil para ubicar al bebé en un rango especifico, es decir, define cuál debería ser su peso y talla en comparación con otros niños de su misma edad.
Algunos bebés parecen no ganar peso aunque coman bien, por lo que los padres pueden asociar este síntoma con que algo no marcha adecuadamente con su salud, sin embargo, la mayoría de las veces esto es una condición normal. Ante estos casos, lo primordial es acudir los controles pediátricos para que el pequeño sea valorado por el médico.
Además, es importante evaluar cómo es el aspecto general del bebé, es decir, si es un bebé activo, se nota satisfecho al comer, moja al menos entre 5 y 8 pañales diarios y realiza deposiciones diariamente. De ser así, lo más probable es que esté saludable.
Por qué mi bebé come bien pero no engorda
A continuación, te mostraremos las posibles causas por las que un bebé come bien pero no engorda:
- Lactancia materna y artificial: se ha observado que algunos bebés alimentados con leche de fórmula engordan más que los bebés que solo se alimentan de lactancia materna. Eso sí, los bebés que llevan una lactancia materna exclusiva tienen menos riesgo de sufrir de obesidad en la infancia.
- Intolerancias y alergias alimentarias: la alergia a la proteína de vaca producen inflamación. A su vez, esto genera una malabsorción intestinal, provocando que los nutrientes no se absorban adecuadamente y, como consecuencia, el bebé no gane peso. Además, las intolerancias y las alergias a los alimentos producen síntomas molestos como reflujo gastroesofágico, diarreas, distención abdominal, gases y cólicos que influyen directamente en su peso.
- Enfermedades crónicas e infecciones a repetición: resfriados, gripe, bronquitis, amigdalitis, otitis, infecciones de orina de repetición, etc. Este tipo de afecciones no permiten que el bebé gane el peso esperado, aun más cuando son repetitivas. Por ejemplo, los bebés que se resfrían constantemente producen mucho moco, lo que hace que se sientan llenos. Además, esta mucosidad no permite absorban correctamente los nutrientes de la comidas.
- Dieta inadecuada: los problemas al escoger las comidas cuando se comienza la alimentación complementaria pueden generar un estancamiento en el peso. Esto puede ir empeorando con los meses, de ahí la importancia de escoger solo los alimentos indicados por el pediatra y en las proporciones adecuadas.
- Otras enfermedades: aunque son poco frecuentes, no debemos desestimar que el bajo peso del bebé sea un efecto secundario de enfermedades como alteraciones cardiacas, enfermedades metabólicas, problemas renales o alteraciones genéticas, entre otras. Sin embargo, este tipo de enfermedades se acompañan de otras sintomatologías detectables.
Qué hacer cuando un bebé come y no engorda
Si tu bebé come bien pero no engorda lo conveniente es que sea el pediatra el que establezca las directrices que estimulen su ganancia de peso. Además, también debes tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Evaluar como es la lactancia materna y ofrecerla a libre demanda: cuando el bebé tiene lactancia materna exclusiva y no gana peso, hay que evaluar como es el agarre, su succión, la producción de leche, además de asegurarse de que el bebé esté recibiendo la leche final en cada toma, es decir, la que tiene más grasa y que ayuda a ganar peso.
- Si el bebé es alimentado con leche de fórmula, el pediatra tendrá que evaluar la cantidad de calorías que ingiere por biberón. En ocasiones, es necesario cambiar el tipo de fórmula o la proporción de fórmula en polvo y agua.
- Si el bebé ya lleva una alimentación complementaria, se deben incluir solo los alimentos adecuados para su edad y en las porciones adecuadas, siguiendo las recomendaciones del pediatra y del nutricionista.
- No forzar al bebé a comer de más. Tampoco debes ofrecerle suplementos por cuenta propia, solo el especialista puede indicarlo en caso de que lo considere necesario.
¿Qué hacer si mi bebé come bien pero no engorda? Si el bebé come bien, se ve sano y lleva una curva de crecimiento regular, no debes preocuparte. En ocasiones las expectativas que tenemos en relación al peso del bebé son más de las que se consideran normales para su edad. Ante cualquier duda, acude al pediatra quien, después de una evaluación minuciosa del bebé, diagnosticará si efectivamente tiene un problema en su peso y la causa que la está generando.