síndrome de aspiración de meconioEl meconio es una sustancia pegajosa, de color verde muy oscuro, tirando a negruzco, que comienza a formarse en el intestino fetal. El meconio va acumulándose en el colon del bebé durante la gestación y se convierte en las primeras heces del recién nacido, que se expulsan en las primeras horas después de nacer.

No obstante, en ocasiones, el meconio puede ser expulsado durante la gestación, mezclándose con el líquido amniótico que rodea al bebé. En este caso, el síndrome de aspiración de meconio (SAM) puede ocurrir cuando el recién nacido aspira esta mezcla de meconio y líquido amniótico y va hacia las vías respiratorias.

¿Qué es el síndrome de aspiración de meconio?

El meconio es la primera materia fecal que expulsa el bebé después del nacimiento. Su aspecto es pegajoso y espeso, de color verde muy oscuro a negruzco y apenas tiene olor.

Esta sustancia se acumula en el intestino del bebé mientras está desarrollándose en el vientre materno y suele ser expulsada en las primeras 24 horas de vida. Sin embargo, con madurez fetal avanzada (embarazos post-término) o cuando hay riesgo de pérdida del bienestar fetal por falta de suministro de sangre u oxígeno, puede ocurrir que el meconio se expulse durante la gestación, tiñendo el líquido amniótico que lo rodea.

Si esto ocurre, el bebé puede aspirar este líquido amniótico que contiene meconio en el útero o instantes después de nacer (al hacer las primeras respiraciones). Así, el meconio llegaría a las vías respiratorias y puede ocasionar una afección que puede ser bastante grave en el recién nacido.

Factores de riesgo

La expulsión de meconio antes del nacimiento puede ser indicativa de riesgo de pérdida del bienestar fetal por una falta de suministro de sangre u oxígeno. Por ello, se han propuesto los siguientes factores de riesgo para el líquido amniótico teñido de meconio:

  • Insuficiencia placentaria.
  • Hipertensión materna y preeclamsia.
  • Oligohidramnios, con compresión del cordón umbilical en el parto.
  • Infecciones.
  • Abuso de sustancias como tabaco y cocaína

Síntomas

Si el bebé expulsa el meconio antes del nacimiento y aspira líquido amniótico teñido con meconio, sus pequeñas vías respiratorias pueden obstruirse total o parcialmente. Además, el surfactante que se encuentra en los pulmones y evita su colapso, se puede ver afectado. Por otro lado, también puede producirse neumonitis (el tejido pulmonar se inflama).

Esto puede hacer que el bebé presente síntomas como:

  • Flacidez.
  • Piel y/o labios de color azulado (cianosis).
  • Respiración acelerada (taquipnea) y ruidosa.
  • Hiperexpansión de tórax.

Además, en el momento del nacimiento también se podrá observar que el líquido amniótico está teñido de meconio.

Diagnóstico

De manera general, el diagnóstico del síndrome de aspiración de meconio se realiza en un bebé nacido con líquido amniótico teñido de meconio, que presenta dificultades para respirar y al que se le realiza una radiografía confirmatoria.

Sin embargo, en ocasiones el aspecto de la radiografía no se corresponde con la gravedad del SAM que presenta el bebé. Por ello, otros factores como la hipertensión pulmonar persistente contribuyen a la severidad, además de la obstrucción y el daño pulmonar, por lo que también se debe controlar.

¿Se puede prevenir el síndrome de aspiración de meconio?

En primer lugar, es importante acudir a los controles de monitoreo fetal que permitirán detectar si hay signos de riesgo de pérdida del bienestar fetal (una frecuencia cardiaca alterada), así como informar cuanto antes si el líquido amniótico aparece manchado al romper aguas.

Evolución y tratamiento

Si hay sospecha de que el bebé haga una aspiración meconial hay que aspirar la vía aérea para retirar el máximo de este material fecal y evitar que llegue a los pulmones. El recién nacido queda ingresado y se le administran antibióticos y ayuda para respirar (oxígeno o ventilación asistida en función de la gravedad). En la mayoría de casos el pronóstico es muy bueno y el bebé se recupera sin problemas.

En algún caso el bebé puede tener una afectación severa y requerir ventilación asistida durante varios días. Las secuelas dependen del daño cerebral ocasionado por la falta de oxígeno y de la afectación pulmonar.