Al sentar a los bebés en sillas de automóviles, coches, hamacas o en otros objetos donde su cuerpo queda en forma de C, es decir flexionado hacia adelante (algo que ocurre por falta de tono muscular adecuado que luche contra la gravedad), se hace presión sobre su tórax y su diafragma (músculo debajo del tórax), lo que impedirá que sus pulmones se expandan normalmente al respirar.
Además, su cabeza al irse hacia adelante obstruye la tráquea y, como consecuencia de todo esto, no habrá un aporte suficiente o adecuado de oxígeno a la sangre y a todo su organismo, lo que lamentablemente producirá su muerte.
Se han realizado varios estudios científicos en los que se demuestra la existencia de la asfixia postural o posicional. En el año 2001 se publicó en la revista Pediatrics un estudio que se llevó a cabo en 100 bebés, 50 a término y 50 bebés prematuros, sentados durante 60 minutos en sillas de coche. Se observó que la saturación de oxígeno (VN 96 a 100%) descendió de la media, que era de 97% a 94%, e incluso en algunos casos se detectó un descenso hasta el 90%, junto con apneas y bradicardias.
Otro estudio en el 2002 midió la saturación de oxígeno en sangre de 15 recién nacidos cuando estaban acostados en su cuna y cuando se encontraban en la silla del coche, reportando una saturación de 98,8% cuando se encontraban tendidos en sus cunas y 95,8% cuando los dejaban en la silla. El problema de los recién nacidos para controlar sus posturas en contra de la gravedad es muy difícil, ya que su tono muscular es muy débil aún.
Por otro lado, en el año 2013 se demostró que con el uso de una espuma que sujeta la cabeza en forma neutral, o sea que evita que se vaya la cabeza hacia adelante, se controlaba la desaturación grave y las apneas, pero no las leves. Otros investigadores han presentado un cinturón con sensores de presión para monitorizar la respiración y la frecuencia cardiaca.
Cómo evitar la asfixia postural en bebés
Lo más importante con todos estos estudios es que se ha evidenciado científicamente que los bebés no deben dormir ni las siestas ni mucho menos durante la noche sentados en coches, sillas de carro, hamacas, balancín o algún otro sitio donde su cabeza se incline hacia adelante y obstruya las vías respiratorias, produciendo una desaturación de oxígeno que pueda llevar lamentablemente a su muerte. Por todo ello, no quiere dejar de darte algunos consejos:
– Nunca dejar a un bebé sentado en una silla de coche u otro sitio que adopte una posición flexionada, y si se hace que su tiempo en esa posición no sea por más de hora y media.
– Elegir la silla de coche adecuada para la edad y peso de tu bebé y colocarla en la posición adecuada dentro del coche. Consultar con expertos en la materia.
– Si van en un viaje largo de carretera deben parar al menos cada hora y media para sacarlo de la silla, revisarlo, cambiar pañales o dar alimento.
– Durante el viaje revisa la postura frecuentemente y comprueba que los arneses mantengan sus hombros hacia atrás.
– No usar las sillas de coche como sitio para dormir. A propósito de este punto, hubo hace unos años un caso muy famoso en Edmon/ Estados Unidos (Famila Dodd) cuyo hijo menor de tres meses murió en la escuela infantil porque lo colocaron a dormir en la silla del coche.
– Acostarlos a dormir en un lugar plano (tumbados sobre su espalda) y si es posible de superficie firme y sin almohadas a su alrededor o nada que pueda tapar su cara y producir una asfixia.
En el momento en que un bebé nace pasa de un medio líquido, flotando (el líquido amniótico), a nuestro medio, seco, en el que vivimos bajo la fuerza de la gravedad. Los bebés no tienen fuerza suficiente para mantenerse sentados y por eso deben dormir y permanecer tumbados.
En el momento en que lo sentamos en una sillita, si no está bien puesto, su propio cuerpo (por la fuerza de la gravedad) se flexiona sobre sí mismo, haciendo una “C” demasiado pronunciada que dificulta que puedan expandir el tórax y el abdomen para respirar. Si la cabeza cae además hacia adelante, con la barbilla en el pecho, la dificultad para coger aire es mucho mayor hasta el punto de cortarse el flujo de aire. Si no se remedia esa posición, la muerte es inminente.