Has notado una picadura extraña en la piel de tu bebé? crees que ha sido de una pulga? no te preocupes, las picaduras de pulgas en bebés y niños son más comunes de lo que pensamos. En muchas ocasiones suelen pasar sin darnos cuenta o solemos confundirlas con otro tipo de picaduras. Afortunadamente, la gran mayoría de las veces, este tipo de lesiones no representan un problema de salud grave para los pequeños, aunque también en algunas ocasiones pueden llegar a tener consecuencias serias. Por tal motivo, y para que evites situaciones delicadas con tu bebé, vamos a explicarte todo lo que debes saber para detectar las picaduras de pulgas y saber el tratamiento adecuado de la lesión.
¿Qué son las pulgas y porqué pican a las personas?
Las pulgas son pequeños insectos de unos 2 milímetros de largo, es decir, no más grandes que la punta de un bolígrafo o un alfiler. Su color varía de marrón claro a negro y tienen un caparazón muy duro que resiste las altas presiones, por lo que a menudo no basta con presionar con la yema de los dedos para matarlas, sino que es necesario recurrir a superficies más duras como las uñas o una mesa.
En qué entornos viven las pulgas
Definitivamente, el tener una o varias mascotas en casa es uno de los mayores riegos para los niños. Esto se debe a que estos pequeños insectos suelen alojarse como huéspedes de otros animales tales como gatos, perros, ardillas o conejos, e inclusive, en los humanos, debido a que se alimentan de su sangre. Sin embargo, las mascotas no suelen ser el único lugar propicio para estos insectos, ya que también suelen alojarse en alfombras o tapetes, armarios o cualquier otro ligar seco y oscuro de la casa, el jardín, áreas sombreadas de las terrazas, lo que implica que estos lugares tamnbién podrían representar un entorno de riesgo de picaduras para el bebé.
Signos que pueden mostrar que tu bebé fue picado por una pulga
Como en otras picaduras de insectos es habitual que aparezca un diminuto punto rojo intenso en la piel en la zona de la picadura y alrededor, una ligera inflamación y enrojecimiento. Vale destacar que la inflamación puede ser mayor o menor dependiendo de la reacción alérgica que desencadene el cuerpo de cada niño.
Sin embargo, lo que en realidad distingue a las picaduras de pulgas de las de mosquitos, chinches u otros insectos es que, por lo general, las picaduras de pulgas suelen agruparse y formar una línea recta. Además, tienden a ser más pequeñas que las picaduras de mosquitos, a la vez que pueden aparecer en cualquier momento del día mientras que las picaduras de mosquitos o chinches son más comunes durante la noche.
Asimismo, las picaduras de pulgas suelen acompañarse de picor, lo que hace que los niños se rasquen la zona provocando costras que pueden llegar a ser dolorosas. En algunos casos, también es habitual la aparición de urticaria o erupciones cerca del sitio de la picadura, así como un mayor enrojecimiento de la zona.
Vale aclarar que, aunque las pulgas pueden picar en cualquier parte del cuerpo, es más habitual que lo hagan en las zonas de mayor riego sanguíneo, como los tobillos y la parte inferior de las piernas, así como en las zonas con mucho pelo, donde pueden esconderse con facilidad. También pueden encontrarse picaduras de pulgas en los pliegues del cuerpo, como la ingle, los pliegues de los codos y las rodillas o alrededor de la cintura.
Riesgos que pueden traer las picaduras de pulgas en bebés
Podría decirse que, generalmente, las picaduras de pulgas no son peligrosas para los niños y se curan de manera natural con el paso de los días. Sin embargo, no podemos olvidar que estas picaduras pueden convertirse en una entrada de bacterias y virus al cuerpo, de ahí que en ocasiones estas lesiones puedan infectarse, sobre todo cuando los niños se rascan la zona de manera indiscriminada. En estos casos, la picadura infectada se pondrá más roja, tibia al tacto y puede llegar a liberar pus o materia.
Asimismo, en algunas situaciones las picaduras de pulgas pueden causar una reacción alérgica en los niños sensibles a la saliva de la pulga. Este tipo de reacciones puede ocasionar erupciones más extensas, ronchas abultadas en la piel y hasta dificultades para respirar en los casos más graves.