Los episodios de hipo en los recién nacidos y menores de un año son bastante comunes. Si son puntuales y duran poco tiempo (hasta media hora), no requieren de atención médica, según los especialistas.
Aquí te daremos algunos trucos para quitar el hipo a los niños que son completamente caseros, pero basados en algunas investigaciones. ¡Prueba cuál de ellos te ayuda a resolver estos espasmos involuntarios!
Aprende los mejores trucos para quitar el hipo a los niños
Como bien corrobora una investigación publicada en los Anales Españoles de Pediatría, son numerosos los tratamientos y los métodos naturales que se han barajado durante siglos para detener los episodios de hipo. Por este motivo, te invitamos a que apuntes las mejores opciones.
1. Beber por el lado opuesto del vaso
¿Lo habías escuchado alguna vez? Beber por el lado opuesto del vaso, según las creencias populares, es un antiguo método para calmar el hipo.
A pesar de que esto carece de sustento científico, lo cierto es que la explicación teórica es que al ingerir un líquido al revés, la respiración se pausa durante unos breves segundos y se alterara así el ciclo respiratorio. Sin embargo, esto no tiene nada que ver con beber por el lado opuesto del brazo, sino con contener la respiración.
2. Respirar en una bolsa de papel
En la misma línea que la opción anterior, este viejo método hay que llevarlo a cabo de forma repetida durante un rato, para que el propio ejercicio de respiración repercuta sobre el diafragma.
No obstante, cabe mencionar que la manipulación del elemento debe realizarla una persona mayor y no dejar al menor solo en ningún momento.
3. “Que te den un buen susto”, uno de los mejores trucos para quitar el hipo a los niños
Seguro que tu abuela alguna vez te ha dicho que para parar el hipo basta con un buen susto. Nada que un terroríficamente divertido momento no pueda solucionar, ¿verdad? Pues bien, esto también tiene una explicación científica.
Siempre y cuando el susto se haga sin avisar, puede devolver el diafragma a su posición correcta, para que deje de subir y bajar impulsivamente. Al haber algo que te mantiene alerta, el diafragma se relaja.
4. Beber agua fría sin respirar durante un rato
Mientras bebes agua y haces la apnea, tienes que aguantar la respiración para que se te pase el hipo. Este es un viejo método que, según las creencias populares, funciona para calmar a este molesto síntoma.
5. Poner azúcar bajo la lengua, uno de los más tradicionales trucos para quitar el hipo a los niños
Quizás hayas escuchado alguna vez la receta incorporando también un limón para chuparlo. Incluso, puede ser que algunas personas añadan un poco de sal a su rodaja y enjuaguen su boca después.
Este método ha sido respaldado durante años y se ha pasado de generación en generación. Para llevarlo a cabo, solo tienes que hacer lo siguiente:
- Colocar una pizca de azúcar granulada en tu lengua.
- Dejarla durante 5 a 10 segundos.
6. Aguantar la respiración
Como ya habrás podido comprobar, los anteriores métodos se basaban en restablecer el movimiento normal del diafragma, a fin de volver al ritmo habitual de la respiración. De esta forma, una cosa que muchas personas hacen naturalmente es aguantar la respiración por unos segundos.
Para hacerlo, hay que procurar inspirar con normalidad y aguantar durante un rato la respiración para, después, expirar lentamente. Esto se deberá repetir unas cuantas veces hasta que funcione.
7. Ingerir una cucharada de limón
Como bien refleja el siguiente estudio publicado por la Revista de Manejo de Dolor y sus Síntomas, tomar una cucharada de limón con azúcar es uno de los remedios caseros que sirven para resolver el hipo esporádico.
En este sentido, pareciera que el limón o el vinagre actuarían directamente sobre la irritación del diafragma.
8. Tumbarte en el suelo con las rodillas hacia el pecho
Tal y como refleja también la anterior investigación, el ejercicio de incidir directamente sobre el diafragma también es un buen método para aliviar el hipo. Por ende, para hacerlo, realiza los siguientes pasos:
- Túmbate en el suelo.
- Después, lleva las rodillas hacia el pecho.
- Mantén esta postura por unos minutos y repite varias veces.
9. Distraerte
Procura desviar la atención del pequeño en otra cosa. Esto también puede ayudar a que el músculo esté calmado y se sienta relajado, a pesar de que tenga hipo.
Para llevar a cabo esta misión, procura hacerle preguntas a la persona con hipo para que evite pensar en eso. Una buena idea también es repetir frases y reírse de la situación, como la siguiente: