¿Qué padres alguna vez no han mentido para que su niño deje de insistir para hacer algo mientras ellos terminaban de hacer otra cosa? A mí me ha pasado en alguna ocasión. Por ello, vamos a ver, a continuación, algunas de las mentiras que no debemos decir a nuestros hijos.
Los adultos, a veces, mentimos para obtener tranquilidad, calma o comodidad. Pero ¿qué pasa con los niños cuando les mentimos? ¿Y cuando les prometemos hacer algo y luego no lo hacemos? Estamos enseñándoles que se puede mentir y que, además, no cumplimos lo que decimos. Nuestra palabra pierde valor.
Cuando mentimos a los niños diciéndoles cosas que al final no cumpliremos, los estamos dañando. Así pues, vamos a ver algunos de los temas en los que mentirles a los niños puede ser un verdadero problema. ¡Sigue leyendo!
Mentiras que no debemos decir a nuestros hijos
Todas las mentiras tienen efectos perjudiciales para los niños, pero hay ciertos temas con los que mentir a los pequeños pueden ser una auténtica bomba.
Los padres somos sus modelos y debemos evitar mentir, aunque, a veces, es tal su insistencia que les decimos que haremos algo después (porque nosotros estamos muy liados) que al final no llegamos a cumplir con lo que le hemos dicho. Vamos a ver algunas de esas mentiras.
“¡Eres un niño inaguantable!”
Si le has dicho alguna vez esto a tu hijo, seguro que no ha sido porque creas que en realidad tu hijo es así, sino que son el enfado y la frustración quienes están hablando. El problema está en que tu hijo no sabe si tú lo piensas de verdad o no, y él piensa que si tú se lo dices es porque es verdad.
Por eso, es importante que, si lo dices, cuando te sientas más calmado, rectifiques para que no crezca con la seguridad de que es así porque así lo dicen sus padres.
“Si no haces lo que te he dicho, te va a llevar el hombre del saco”
Qué más quisiéramos nosotros que decirles a nuestros hijos que hagan algo y lo realicen sin poner impedimentos, pero esto no es así y los padres acabamos frustradísimos. Para conseguir de manera inmediata que lo hagan, recurrimos al coco, al lobo, al hombre del saco, etc.
Pero esto daña su corazón y les hace sentir miedo. Ellos pensarán que por qué sus papás quieren que se lo lleve el coco o el hombre del saco si no se porto como dicen, y creerán que es porque no lo quieren. Seguro que no deseas que tus hijos acaben pensando eso, así que, es mejor evitar decir estas cosas.
“No ha pasado nada”, una de las mentiras que no debemos decirles a nuestros hijos
Otra de las cosas que decimos los padres y que lo hacemos con la mejor de las intenciones para evitar que los pequeños se agobien es decir que no pasa nada cuando tienen algún percance. Sin embargo, no les estamos favoreciendo; al contrario, les dañamos.
Si se cae y se hace daño, llora viéndose que tiene un pequeño rasguño y le decimos que no pasa nada, ¿qué está aprendiendo el niño con esto? Que hay diferencias entre lo que él siente y la realidad que ven sus papis. Esto le creará confusiones y ya no sabrá cuándo lo que le pasa sí tiene valor o cuándo debe ignorarse.
“Te lo mereces todo”
Para los padres, nuestros hijos son los motores de nuestra vida, nuestra luz, nuestro todo, pero esto no les hace ser mejores que otros ni más merecedores. Vivimos en una sociedad y es importante que aprendan que no son el centro de atención ni los más importantes para otras personas, aunque sí lo sean para nosotros.
Debemos trasladarles el valor de la humildad para que puedan integrarse socialmente. Tienen que ser conscientes de que se merecen lo mejor, pero que lo mejor se consigue con esfuerzo. Transmitirles que en la vida hay que ser agradecidos para que no acaben convirtiéndose en unos tiranos, que reconozcan sus errores y que nosotros, como padres, siempre haremos todo lo que podamos para él.
Hacerles sentir que no van a sufrir en la vida
A veces, queremos tanto a nuestros hijos que no queremos que sufran y, para eso, les pintamos el mundo de color de rosa para evitar que se frustren, prometiéndoles cosas que no se van a poder cumplir. Esto, en contra de lo que pensamos, no los favorece, sino que los daña.
Además, todo este tipo de comentarios hacen que pierdan la confianza en nosotros al comprobar que, a pesar de que nosotros les hemos dicho que no van a sufrir, no somos nosotros de quienes depende que sufran o no.
La muerte inesperada de un familiar, un golpe que se ha dado en el cole, etc. Como es normal, no queremos verlos sufrir, pero no podemos evitar que sufran ante determinadas situaciones. La vida es así; a veces caes y tienes que levantarte, luchar y superar obstáculos. Así, iremos desarrollando su resiliencia, por lo que nunca le hay que camuflarle los problemas y hay que ser sinceros.
En definitiva, como has podido ver, hay mentiras que no debemos decir a nuestros hijos, ya que sus consecuencias pueden ser más negativas que otro tipo de mentirijillas.
Está claro que no debemos mentir de ninguna de las maneras, pero hay temas más complicados y que producen peores consecuencias que otros. Así pues, ya sabes qué mentiras pueden ser más dañinas con tus hijos, por lo que que, a partir de ahora, intentar evitarlas, por el bien de todos.