A la temprana edad de un año, tu bebé no necesita hacer muchas cosas a diario. Tampoco necesita de muchos juguetes ni complejas actividades para sentirse estimulado ya que no ha desarrollado ciertas capacidades que le permiten apreciar la complejidad de algunos juguetes u otras actividades.
Tras su primer cumpleaños, el bebé comienza a conquistar espacios, ya que puede gatear e incluso andar. También comienza a desarrollar su lenguaje y logra, de alguna forma, establecer un poco de comunicación verbal. Estas dos habilidades llaman mucho la atención de los padres, sin embargo en esta etapa hay muchas más cosas que a los niños les encantan.
3 actividades claves que tu hijo puede hacer a diario
Jugar con mamá y papá
Compartir en familia, juntos, aunque no se haga nada especial o fuera de la rutina, es una necesidad fundamental de todos los niños.
Puede que tu hijo haya cambiado en poco tiempo y de pronto te parece que está mucho mayor, ya que quiere hacer algunas cosas solo y también ande de explorador por el mundo, pero, a pesar de esto, no es el momento de bajar las dosis de afectos y cuidados que les damos, sino más bien de permanecer atentos. Porque, casi con seguridad, al mínimo inconveniente buscará tu apoyo y cercanía como cuando era un bebé.
En este período de tiempo se acentúa la angustia de la separación. En algunos casos alcanza su tope máximo alrededor de los 18 meses de edad, que es cuando se muestran más apegados que nunca; esta es una etapa conocida en muchas partes del mundo como la mamitis.
Después de una excedencia no es recomendable llevarlo a la guardería por primera vez ni es bueno empezar a trabajar. Si se puede, es mejor esperar a que el niño tenga dos años.
Curiosear un poquito
Es bien sabido que un niño curioso es el equivalente a un niño sano, así que es muy bueno permitirle explorar, eso sí, con la adecuada supervisión de parte de un adulto. Explorar su entorno es importante para su desarrollo cognitivo y para que vaya conociendo los límites que le ofrece su realidad.
A esta edad, a los niños les encanta intentar descubrir cuanto sea posible. Es decir, hurgar dentro de todas las cajas, cajones, esquinas y agujeros de la casa a fin de conocerlo todo. Este es el momento, si aún no lo has hecho ya, de proteger todos los enchufes y los cajones donde almacenamos cubiertos o productos tóxicos y las medicinas. Estos últimos es mejor ponerlos a una altura a la que nunca llegue el niño.
Puedes probar como actividad lo siguiente: Usa una caja de cartón con tapa, preferiblemente en forma de cubo. En la parte superior de la caja, o en la tapa, haz un agujero no muy grande, lo justo para que quepa su mano y parte del brazo.
La forras para que quede de una pieza. Deja solo el agujero al descubierto y dentro mete diferentes objetos: un calcetín, un osito, una cuchara, unas llaves, un coche entre otros y variarlos cuando los vuelvas a meter, así puedes enseñarle los nombres de los objetos que tome y mucho más como su color y forma.
Disfrutar de una historia o cuento
Escuchar un cuento estimula el desarrollo del lenguaje de tu bebé, quien es capaz de prestar la suficiente atención cuando comienza a hablar. A esta edad todo le llama la atención, desde los cuentos con sonidos hasta aquellos que tienen miles de colores brillantes o pestañas para manipular.
Si te preguntas cuáles son los mejores libros la respuesta es sin duda los que son pequeños y con páginas gruesas para que pueda pasarlas él mismo, o los blanditos y los plastificados que se meten en la bañera y se pueden chupar.
Una actividad que puedes probar con tu hijo podrías compartir con tu hijo en esta etapa necesita de las fotos de su primer año, las cuales puedes usar para hacer una especie de librito. Ordena las imágenes de tal manera que se pueda contar una historia sencilla, basada en lo que puedas desarrollar por medio de un poco de imaginación y las personas o cosas u objetos que aparezcan en las fotos. Usa todo esto como recurso y desarrollar su pequeña historia. ¡Buena suerte, mamá!