Los niños aprenden de dos formas, fundamentalmente: por ensayo-error, y por el ejemplo. Como ellos no tienen la necesidad de recoger, el ensayo-error aquí no funciona, por tanto, tendremos que recurrir al ejemplo: Recoge tú los juguetes.
Cuando el niño es pequeño, 2-3 años, no pierdas el tiempo en pedirle que te ayude, salvo que el niño lo haga porque si, por el mero placer de seguir jugando con mamá o papá.
Los niños a esa edad son colaboradores natos, están deseando cooperar con mamá. Aprovecha esa maravillosa etapa para recoger tú los juguetes, que te vea, que te imite, sin decir nada. Cuando digo “sin decir nada” es nada, hazlo con una sonrisa, como algo bonito y divertido.
Cuando tiene 3-4 años, le puedes pedir que recojan juntos. Aquí se abren dos alternativas:
- Que no quiera: pues no pasa nada. Recoge tú los juguetes de igual forma que cuando tenía 2 o 3 años. Recuerda que eres su ejemplo, si te ve recoger con mala cara, refunfuñando, enfadada… empezará a formarse la creencia de que recoger es malo, recoger es aburrido, recoger es un horror. Si te ve hacerlo contenta, poco a poco lo hará él o ella, y no lo hará a regañadientes (bueno, a veces si, como todos, pero no será una batalla que lo haga).
- Quiere recoger contigo: ¡felicidades, tienes la oportunidad de seguir jugando! Recoger juntos en forma de juego. Puedes proponer que las piezas de lego se metan en la caja metiendo canastas (trabajarás la puntería y la coordinación, que a nivel psicomotriz es fantástico), o guardar primero las piezas grandes y luego las pequeñas, o hacer una pequeña carrera, a ver quién guarda más piezas en menos tiempo… hay infinidad de combinaciones de juegos que puedes hacer.
Recoger y ordenar
A los niños, por su naturaleza, les encanta jugar, ¡y deben hacerlo! Con su imaginación o con juguetes, pero todos los días deben tener momentos de juego libre para poder disfrutar de él. Aunque después del juego a los padres les encantaría que sin tener que decirles nada a los niños, recogieran sus juguetes.
Pero además de recoger los juguetes, lo ideal es que, lo dejasen todo bien ordenado, pero, ¿ya sería demasiado pedir? ¿Es posible que los niños después de jugar sean capaces de dejar las cosas como lo haría un adulto? Tienes que ser realista en esto, y no puedes esperar que tus hijos lo dejen todo perfectamente.
Lo que importa es que los recojan
Cuando tus hijos son pequeños no importa tanto el cómo lo dejan pero sí que lo recojan. Es decir, cuando tus hijos recojan sus juguetes no esperes que quede exactamente igual que antes de empezar a jugar o que quede cómo lo hubieras dejado tú. Para que tus hijos tengan las cosas bien recogidas, debes comenzar contigo mismo y cultivar dentro de tu corazón la paciencia.
Además de la paciencia, también es muy importante trabajar el respeto hacia los hijos en todo momento. Si quieres que te respeten, primero deberás mostrar respeto por ellos. Si quieres que tus hijos recojan los juguetes deberás tener lo siguiente en cuenta… ¡debes expresarlo para que te entiendan!
Si por ejemplo, llegas al salón o cualquier otra estancia y están todos los juguetes por el suelo, mientras tu hijo ya no juega con ellos, es necesario que recuerdes, ante todo, que no tienes una varita mágica y que tus hijos pueden estar más o menos receptivos a la orden que les des de recoger los juguetes, ¡los niños también tienen sus días buenos y sus días malos!
Para conseguir que tu hijos recojan solo hay un secreto: LAS OPCIONES. Pero, ¿cómo se puede hacer esto? Primero, tendrás que describir qué es lo que ves delante de ti y después ofrecer las opciones necesarias para que tus hijos sientan que son ellos los que tienen el control de la situación y que por lo tanto deben elegir qué hacer al respecto. Por ejemplo:
Estoy viendo por el suelo muchos juguetes, alguien podría tropezarse, caer y hacer daño (descripción de lo que estás viendo). Luis, recoge los juguetes del suelo para que nadie tropiece, además que si has terminado de jugar deben estar todos en su lugar. Si quieres te ayudo a recogerlos (le das las opciones, también puedes hacerlo a modo de juego o cantando).
Una vez que tengas esta primera parte lista y comiences a recoger tienes que recordar a tus hijos que jugar es maravilloso pero que siempre hay que recoger al terminar, porque así no se rompen ni se pierden y siempre los tendrá en el mismo lugar.
Y recuerda algo importante: los niños siguen el ejemplo de lo que ven en casa. Por lo que si quieres orden, tendrás que ser un buen ejemplo de orden tanto en tu hogar como en tu vida.