Claramente, cuando un bebé nace necesita de sus padres para sentirse seguro y protegido, sin embargo, llega un momento en el cuál deben ir aprendiendo a ser independientes y, dormir solos, es uno de esos pequeños pasos hacia su independencia.

Prácticamente todos los mamíferos duermen con sus crías hasta que estas pueden valerse por sí mismas o ganan cierta independencia, pero los humanos, en ocasiones, se muestran reticentes a practicar el colecho con sus bebés debido a varias razones como la intimidad, las ganas de que sean independientes, la presión social, etc.

La Asociación Española de Pediatría recomienda que los bebés duerman en la habitación de los padres durante, al menos, su primer año de vida siguiendo estas recomendaciones:

  • Durante los primeros 6 meses de vida, dormir en una superficie diferente a la de los padres, cerca de la cama. Por ejemplo, una cuna de colecho. Descubre qué es el colecho seguro y cómo practicarlo.
  • Tumbar al bebé boca arriba.
  • No usar mantas, juguetes y otros objetos que puedan bloquear las vías respiratorias del bebé.
  • Evitar luces fuertes cuando se despiertan. Mejor que tengan tonos rojos o anaranjados para que comiencen a diferenciar la noche y el día.
  • Tener unas rutinas regulares respetando los ritmos del bebé. En este artículo, verás cómo dormir a un bebé rápido.
  • Que la temperatura sea confortable.

Beneficios de dormir con los bebés

El colecho o cama familiar tiene múltiples beneficios. Veamos cuáles son las consecuencias de niños que duermen con sus padres:

  • Se reduce el riesgo de sufrir enfermedades como el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) hasta en un 50% de los casos. Además, si se da lactancia materna, el riesgo es todavía menor.
  • Los bebés sufren menos episodios de llantos.
  • El vínculo de apego entre bebés y progenitores se hace más fuerte.
  • Se favorece y facilita la lactancia materna.
  • Beneficia el desarrollo cerebral de los bebés.
  • Propicia que sean adultos más equilibrados y más sanos emocionalmente hablando.

¿Cuándo debe comenzar a dormir solo tu hijo?

¿Cuál es la mejor edad para que los niños duerman solos? La neurociencia apoya el colecho hasta los 3 años, edad en la que el sistema límbico del cerebro comienza a desarrollarse. Después del primer año de vida, mantenerlo o no es decisión de cada familia y de sus necesidades e intereses particulares. Entonces, ¿cuándo un niño duerme solo? Son los padres quien tienen la última palabra sopesando los pros y los contras de que su hijo o hija duerma solo o junto a ellos el tiempo que haga falta.

Pero, ¿qué pasa cuando los progenitores quieren sacar a su hijo de la habitación, pero es este quien no quiere dormir solo? Vamos a verlo en el siguiente apartado.

¿Por qué mi hijo de 2 años no quiere dormir solo?

Alrededor de los dos años de edad comienza la etapa del “no” y de la autoafirmación de los niños y niñas. Comienzan a ser independientes en muchísimos aspectos de la vida cotidiana, lo que también les causa muchas inseguridades y desbordamientos de emociones que no saben muy bien cómo controlar. Son igual de intensos mostrando miedo, tristeza, rabia o alegría.

A los 2 años están aprendiendo a gestionarse y a frustrarse, por lo que es una edad emocionalmente sensible.

Este comportamiento se ampliará a todos los momentos del día, incluida la noche. Si te preguntas por qué mi hijo de 2 años de repente no quiere dormir solo, debes saber que a esta edad necesitan la compañía de sus figuras de apego y saber que están ahí si se despierta o si necesita cualquier cosa. Además, con esta edad comienzan a sufrir sus primeros miedos y puede que se sientan inseguros ante la oscuridad o ante ruidos a los que antes no prestaban atención.

Dormir solos no va a hacer que sean más independientes ni más autónomos. Tampoco van a sufrir ningún tipo de trauma adulto por dormir años junto a sus progenitores en el mismo espacio. Los infantes necesitan tiempo para aprender a comer, para aprender a andar y también para aprender a dormir solos.

Cómo enseñar a dormir a un niño de 2 años

Lo que debemos tener claro es que no debemos presionar a los niños o niñas a dormir solos ni usar técnicas conductistas como, por ejemplo, el método Estivill para enseñar a dormir a los bebés. El sueño es algo madurativo. No se enseña a dormir, sino que se nace sabiendo hacerlo.

Lo que sí que podemos hacer para enseñar a dormir a un niño de 2 años es llevar a cabo ciertas estrategias para que la hora de irse a la cama sea lo más placentera posible. Veamos cómo enseñar a dormir solo a un niño de 2 años:

  • Establecer rutinas fijas cada día:para dormir a un hijo de 2 años es recomendable establecer unos horarios y evitar actividades estimulantes antes de dormir.
  • Acompaña a tu hijo hasta que se quede dormido/a: para quitar el miedo a dormir solo a un niño dale cariño y amor. Puede ser confuso para ellos el meterse a la cama y que tú te vayas a hacer otras cosas. Por eso a veces se levantan pidiendo agua o hacer pis al poco de salir de la habitación. Simplemente están reafirmando que sigues ahí.
  • Acude a su llamada sin demorarte: si te llama o llora es porque realmente lo necesita.
  • Prepara un ambiente adecuado para el descanso: cuida la luz, la limpieza, la temperatura y trata de que sea un lugar atractivo para tu hijo/a.
  • No te enfades con él o ella: si te preguntas cómo enseñar a un niño de 2 años a dormir solo, es muy importante no enfadarse si tarda en dormirse o está intranquilo.
  • Dialogar con ellos explicándoles las cosas.
  • Recuerda que ni el amor, ni los besos, ni los abrazos, ni dormir pegados, ni cualquier tipo de cariño van a malcriarles.

En definitiva, la crianza debería basarse en el respeto total a los hijos e hijas en todos los aspectos de su vida, incluido el momento del sueño. Descubre qué es y las pautas de la crianza positiva. Respetar sus necesidades y tener en cuenta sus decisiones hará que construyan una personalidad y una estabilidad emocional que marcará su vida adulta. Obligar a los niños y niñas a dormir solos cuando no están preparados para ello puede tener consecuencias muy negativas en su desarrollo.