Los recién nacidos respiran exclusivamente a través de sus narices. Observa a tu bebé cuando está durmiendo: si está tranquilo y respirando a través de su nariz (con la boca cerrada) sin roncar, significa que está respirando correctamente. Cuando la respiración es fisiológicamente correcta (nasal), los labios están cerrados y la lengua se posiciona hacia delante y hacia la parte superior de la boca, tocando el paladar.
Una de las preocupaciones más recurrentes en los padres que tienen un recién nacido en casa es la respiración. En realidad, es muy factible que los padres, al ver el movimiento del pecho del bebé, piensen que está agitado o que algo no funciona bien en sus pulmones.
Sin embargo, existen ciertas características que distinguen el sistema respiratorio de los recién nacidos. Este todavía es pequeño y también un poco inmaduro hasta que llegan al menos al segundo mes de vida.
Tomando esto en consideración, y para que conozcas todo sobre el tema y puedas distinguir un problema real de una condición natural en estas edades, no te pierdas las curiosidades que te presentamos a continuación.
Ten en cuenta que tu bebé respira muchas más veces por minuto que tú, y es normal
Los bebés realizan aproximadamente entre 40 y 60 respiraciones por minuto. Esto se va a ver reflejado directamente en el movimiento de su pecho, el cual tiene poco tejido adiposo y permite hacer más notorio el movimiento acelerado de su respiración.
Para que puedas hacerte una idea, si un recién nacido realiza 60 respiraciones por minuto, un adulto solo alcanza a realizar 20. Pero eso no es todo: la respiración de los bebés también se caracteriza por cambiar de ritmo, ser irregular, nasal; incluso pueden roncar, suspirar y hacer ruidos particulares.
Por estas razones, debes estar al tanto y prestar atención a los siguientes datos:
1. La respiración irregular de los bebés
Los bebés recién nacidos respiran con dinámicas rítmicas que no son estables. Pueden tomar aire de forma profunda y acelerada y, en pocos minutos, cambiar a una respiración lenta y corta.
Como los recién nacidos lloran con frecuencia, este hecho también incidirá en el cambio de su respiración, que vuelve rápidamente a un ritmo lento al dejar de llorar.
Es de hacer notar que los bebés prematuros son los más propensos a la respiración irregular, como consecuencia de la inmadurez de sus pulmones.
2. Los bebés solo respiran por la nariz
Otra de las curiosidades sobre la respiración de los bebés es que ellos solo toman aire por la nariz. Esto se debe a que su paladar blando se encuentra muy próximo a la epiglotis, lo cual no permite que pase el oxígeno por la boca. Esta condición solo está presente hasta que los niños cumplen seis meses.
3. Sobre los ronquidos
Otra de las acciones comunes relacionadas con la respiración del bebé son los frecuentes ronquidos. Con respecto a este tema, debemos remarcar que las culpables son las secreciones nasales tan comunes en los bebés, ya sea por el llanto o por los frecuentes resfriados a los que están expuestos.
Sí se debe prestar una atención particular a los ronquidos. Si el niño no presenta un catarro o resfriado y ronca demasiado, debes consultar con su médico pediatra; tal vez se trate del síndrome de apnea de sueño.
Para identificar si el niño puede estar sufriendo esta condición, debes examinar si suda mucho cuando duerme por las noches, si se lo nota muy incómodo o toma posturas extrañas para dormir y si su respiración se detiene por algunos segundos.
Recuerda que la vida de tu bebé puede correr riesgos si su respiración se detiene por más de 20 segundos; esto puede desencadenar la llamada muerte súbita, que es el deceso del niño por dejar de respirar, generalmente cuando duerme boca abajo y durante la noche.
4. La respiración periódica o cíclica
Aunque no parezca algo normal, las pausas en la respiración de los niños recién nacidos son frecuentes. Como explicamos en el apartado anterior, si la pausa es superior a 20 segundos, esto puede ser riesgoso.
No obstante, durante el primer mes de vida, los bebés suelen dejar de respirar entre cinco y diez segundos y automáticamente retoman el ciclo respiratorio sin que se vea afectado su sistema cardiovascular.
Señales de alerta
Para finalizar, queremos que sepas cuáles son las señales que no se incluyen en lo que se denomina una situación normal con respecto a la respiración del bebé:
- Si notas que su ritmo es tan rápido que supera las 60 respiraciones por minuto.
- En caso de que respire con demasiada dificultad y notes que su pecho y sus costillas se hunden demasiado.
- Si su cara, boca, lengua o algunas de sus extremidades se tornan azules.
En última instancia, si está en tus posibilidades, es bueno que aprendas sobre primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar. En caso de que tu bebé pueda dejar de respirar por más de 30 segundos y sientas que no responde, esta puede ser una herramienta muy valiosa para salir de la emergencia.