Semanas posteriores al parto
El nacimiento de un hijo es un momento esperado muy alegre y emotivo para toda la familia, y sin duda el más importante para su madre y su padre. Pero también les cambia la vida: lactancia a demanda, menos horas de sueño, cambios de pañal frecuentes, cólicos incomprensibles…
Y la llegada de un hijo cambia tanto la vida que, en ocasiones, genera estrés y ansiedad en sus progenitores. Es más, la depresión postparto en la madre, y también en el padre, es una realidad cada vez más visible.
Sobre todo, las primeras semanas tras el parto son cruciales para el cuidado del recién nacido, a fin de garantizar su supervivencia, y para la creación de lazos y el establecimiento de comportamientos que incidan su desarrollo y salud. Pero también lo son para la recuperación y el bienestar mental y físico general de la madre. Y es que las consecuencias físicas y emocionales del parto pueden hacer mella en la mujer si no se tratan, “pese a que con frecuencia son muy fáciles de tratar si se ofrece la atención adecuada en el momento adecuado”, tal y como reconocen desde la OMS. De ahí sus últimas directrices.
¿A qué se le llama experiencia prenatal positiva?
¿Y qué es una experiencia postnatal positiva? Lo definen como aquella en la que las mujeres, los recién nacidos, las parejas, los padres, los cuidadores y las familias reciben información, seguridad y apoyo de manera coherente por parte de los trabajadores de la salud motivados; donde un sistema de salud dotado de recursos y flexible reconoce las necesidades de las mujeres y los bebés, y respeta su contexto cultural.
Para el cuidado de la madre
En el apartado de cuidados de la madre aparecen las primeras recomendaciones en cuanto a:
- Revisiones inmediatas tras el parto para observar el sangrado vaginal, el tono uterino, la temperatura, la frecuencia cardíaca o la presión arterial y a las 24 horas para evaluar micción e incontinencia urinaria, función intestinal, curación de herida perineal, dolores, loquios…
- Intervenciones para síntomas y signos fisiológicos comunes. Implica el tratamiento, apoyo y asesoramiento para facilitar la recuperación y gestionar problemas habituales que las mujeres pueden experimentar después del parto: paracetamol para dolor perineal, AINE como el ibuprofeno para entuertos, lactancia materna a demanda y buenas posturas para amamantar para solucionar la congestión mamaria y prevenir la mastitis…
- Medidas preventivas en caso de estreñimiento postparto, por ejemplo: no se conseja el uso habitual de laxantes, aunque sí si los cambios dietéticos o la suplementación con fibra no funcionan.
- Intervenciones de salud mental: cribados para detectar ansiedad y depresión postparto en la madre, con servicios de derivación y tratamiento en caso de ser necesario.
- Intervenciones nutricionales: suplementación oral de hierro durante 6-12 semanas para reducir el riesgo de anemia en entornos donde es un problema de salud pública, pero no aconseja en la alimentación posparto los suplementos de vitamina A para prevenir la morbilidad y mortalidad materna e infantil.
- Actividad física: hacer al menos 150 minutos de actividad física variada a la semana, que incorpore ejercicios de fortalecimiento muscular y estiramientos suaves.
- Anticoncepción: asesoramiento sobre el acceso a los métodos anticonceptivos.
Para el cuidado del bebé
En la sección de cuidados del recién nacido se detallan varios consejos para sus primeras seis semanas de vida.
Primeras revisiones del bebé. En ellas el personal sanitario observa que no se den estas circunstancias: mal alimentado, respiración rápida, fiebre o baja temperatura o ictericia. Si se diera el caso, hay que tratarlas con urgencia, por lo que es importante que las familias sepan reconocer en los bebés estos signos de alarma. También sirven para detectar anomalías oculares o auditivas, y derivar en caso positivo para su seguimiento.
Medidas preventivas
-
- En su primer baño (no antes de las 24 horas), se deben tomar todas las medidas posibles para minimizar la pérdida de calor.
- No se recomienda el uso habitual de emolientes tópicos (cremas, ungüentos, lociones, aceites, geles, aerosoles y emulsiones). “No hay evidencia suficiente de sus beneficios y daños para prevenir afecciones cutáneas o la sensibilización atópica a alérgenos”, se señala en el texto.
- El cordón umbilical debe estar limpio y seco hasta su caída. Solo se aconseja la aplicación diaria de clorhexidina en ciertos entornos.
- ¿La postura para dormir al bebé? Boca arriba durante el primer año, para prevenir el síndrome de muerte súbita.
- Promover la vacunación de los recién nacidos.
Intervenciones nutricionales. Como en el caso de las madres, no se recomiendan los suplementos de vitamina A para reducir la mortalidad neonatal e infantil. Y en cuanto a la suplementación con vitamina D en bebés, solo se aconsejan en casos muy concretos. ¿Por qué? Falta evidencia científica.
Crecimiento y desarrollo infantil. La Organización Mundial de la Salud recomienda hacer masajes suaves a los bebés, como una forma de promover la interacción entre padres e hijos. También ve muy positivos los ejercicios de estimulación temprana con sus padres y cuidadores.
Fomento de la lactancia materna. Para la OMS todos los bebés deben ser amamantados exclusivamente desde el nacimiento hasta los seis meses de edad. Para ello, las madres deben recibir asesoramiento y apoyo en los centros de salud, maternidad y neonatología.