Fuet o tastet: Es quizá el embutido más asociado a la gastronomía catalana. En sus orígenes, era una muestra pequeña que se realizaba de las futuras longanizas para ver si el producto daba la talla.De dimensiones más reducidas de unos 40 cm de largo y unos 4 cm de diámetro.
Este recubrimiento que se observa en el exterior de las piezas se produce durante la fase de secado. El agua contenida en el interior del producto, va siendo expulsada poco a poco hacia el exterior, haciendo que el exterior del embutido se humedezca lo que provoca la proliferación de moho. Para evitar que estos mohos sean nocivos, se utilizan cultivos iniciadores que son beneficiosos para el producto evitando que florezcan mohos patógenos o nocivos. Es lo que denominamos flora blanca.
Si quieres saber más acerca de este y otros embutidos, no olvides visitar el resto de post de nuestra web. Recuerda que, si deseas probar estas variedades y otras de embutido tenemos a tu disposición en nuestras tiendas.
Este recubrimiento que se observa en el exterior de las piezas se produce durante la fase de secado. El agua contenida en el interior del producto, va siendo expulsada poco a poco hacia el exterior, haciendo que el exterior del embutido se humedezca lo que provoca la proliferación de moho. Para evitar que estos mohos sean nocivos, se utilizan cultivos iniciadores que son beneficiosos para el producto evitando que florezcan mohos patógenos o nocivos. Es lo que denominamos flora blanca.
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¿Por qué presentan ese aspecto blanco tan característico?
Este recubrimiento que se observa en el exterior de las piezas se produce durante la fase de secado. El agua contenida en el interior del producto, va siendo expulsada poco a poco hacia el exterior, haciendo que el exterior del embutido se humedezca lo que provoca la proliferación de moho. Para evitar que estos mohos sean nocivos, se utilizan cultivos iniciadores que son beneficiosos para el producto evitando que florezcan mohos patógenos o nocivos. Es lo que denominamos flora blanca.
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¿Es recomendable que una embarazada coma fuet?
No está permitido consumir embutidos como el fuet durante el embarazo, a menos que haya pasado por una correcta cocción en calor. El fuet es un embutido elaborado con carne de cerdo condimentada, y su preparación implica la curación en seco, un método de conservación que no implica cocción en calor.
En este proceso, se agrega sal y otros aditivos a la carne. Posteriormente, se deja secar durante unos meses con el objetivo es mantener la carne, proporcionarle sabor y evitar la proliferación de microorganismos patógenos. Sin embargo, algunas bacterias y virus son resistentes a esta técnica y solo se eliminan al someterse a altas temperaturas.
Dado que el fuet es un embutido curado, no se puede garantizar que esté libre de microorganismos perjudiciales que puedan afectar la salud materna o del bebé. Por esta razón, los especialistas recomiendan evitarlo durante el embarazo, así como todos aquellos alimentos crudos, especialmente carnes, pescados, mariscos, y leche o quesos sin pasteurizar.
Riesgos de comer fuet en el embarazo
Comer fuet durante el embarazo y otros embutidos o carnes crudas aumenta el riesgo de contraer infecciones alimentarias, ya sean parasitarias o bacterianas. Estas infecciones pueden ser muy graves durante el embarazo y pueden incluso poner en riesgo la vida del bebé. Entre las enfermedades infecciosas causadas por el consumo de carnes crudas como el fuet destacan las siguientes:
Listeriosis
La listeriosis es una enfermedad causada por la bacteria Listeria monocytogenes que se transmite de animales a humanos mediante el consumo de alimentos contaminados. Esta bacteria puede encontrarse en carnes crudas y leche sin pasteurizar. Los síntomas de esta zoonosis incluyen fiebre, escalofríos, dolores musculares y diarrea.
Durante el embarazo, la listeriosis se transmite al feto a través de la placenta y puede ocasionar abortos espontáneos, muerte fetal, nacimientos prematuros y alteraciones congénitas. En recién nacidos, la listeriosis puede resultar letal.
Aunque no es una infección frecuente, durante esta etapa puede ser significativamente grave, ya que las mujeres embarazadas son 20 veces más propensas a contraerla.
Toxoplasmosis
La toxoplasmosis es una parasitosis causada por el protozoario Toxoplasma gondii. Para transmitirse al ser humano a través de alimentos contaminados se requiere que el animal hospedador definitivo (el gato), infecte a otro animal intermediario (en este caso, el cerdo).
Esta infección solo se produce si se consume la carne cruda del animal infectado o al ingerir aguas y otros alimentos contaminados. Durante el embarazo, la gestante puede transmitirla al bebé porque este parásito atraviesa la barrera placentaria.
La toxoplasmosis suele tener consecuencias graves para la salud del bebé y su letalidad dependerá del trimestre en el que se contraiga. En el primer trimestre, puede provocar abortos espontáneos; en el segundo trimestre, problemas congénitos, especialmente neurológicos. En el tercer trimestre, se asocia con alteraciones cardiacas, pulmonares y hepáticas en el bebé.