La enfermedad celiaca es la intolerancia al gluten que tienen ciertos individuos, por lo que no pueden consumir productos con harina de trigo ni tampoco cereales como la avena, la cebada o el centeno. Pues un estudio descubrió que, entre los niños predispuestos a ser celiacos, las infecciones respiratorias pueden contribuir a que la enfermedad se manifieste.
¿Como se relaciona la enfermedad celiaca con las infecciones respiratorias?
Se sabe que el 1% de la poblacion mundial presenta la enfermedad celiaca y la incidencia parece estar en aumento. Pese a que el incremento se puede explicar por la mejoria en los examenes de deteccion, expertos creen que esa no es la única razon. Ademas, por ser un mal hereditario, si uno de los padres es celiaco, es probable que sus hijos tambien lo sean.
De acuerdo con resultados de estudios desarrollados, el 6% de los ninos de 3 anos, el 13,5% de los de 5 anos y el 14% de los ninos de 6 que tuvieron enfermedades respiratorias durante los 2 primeros anos de vida desarrollo con el tiempo la enfermedad celiaca. Por lo que es posible que la infeccion temprana estimule un perfil inmunologico predispuesto geneticamente, lo que contribuye al cambio de la tolerancia hacia la intolerancia al gluten
Por ende, la intolerancia al gluten entre los ninos puede estar relacionada con las infecciones pulmonares durante la primera infancia. Si notas que tu bebe contrae infecciones respiratorias con frecuencia y hay antecedentes de celiacos en la familia, es recomendable que consultes a tu pediatra sobre un examen para diagnosticar la enfermedad celiaca.
¿Cómo se diagnostica la celiaquía?
La inmensa mayoría de los niños celiacos está sin diagnosticar. De hecho, en un 70% de los casos no se sabe que el menor es celiaco. La enfermedad se suele diagnosticar a partir de los dos años, pues es necesario que el niño tome gluten para que esta se desarrolle.
Ninguna prueba diagnostica puede ofrecer un resultado con el cien por cien de fiabilidad, por lo que puede ser necesario la realización de varias pruebas para la confirmación del diagnóstico.
Estas son las pruebas disponibles para diagnosticar la celiaquía:
- Analítica de sangre. Cuando se sospecha que un niño puede ser celiaco, se le realiza una analítica de sangre para estudiar si tiene aumentados determinados anticuerpos. Si el resultado es positivo, y estos anticuerpos están elevados 10 veces por encima del valor de referencia en dos analíticas distintas, se confirma el diagnóstico de enfermedad celiaca. Si estos anticuerpos están elevados, pero no a niveles tan altos, hay que seguir estudiando al paciente con otras pruebas complementarias.
- Gastroscopia. Con esta prueba, que es más invasiva, se recogen muestras del intestino delgado (biopsias) para analizarlas al microscopio óptico y valorar si el paciente tiene el daño intestinal característico de la enfermedad.
- Estudio genético. Un 30-40% de la población tiene los genes que pueden predisponer a la celiaquía, pero de ellos solo un 3% acaba desarrollando la enfermedad. Saber que se tiene esta predisposición permite estar muy al tanto por si con el tiempo se desarrolla la enfermedad celiaca. La genética positiva por sí sola no confirma la enfermedad, pero un estudio genético negativo descarta la posibilidad de padecer enfermedad celiaca con un 99% de probabilidades.
Cuáles son los síntomas de un niño celíaco:
Conforme el niño va creciendo, los síntomas digestivos dejan paso a los extradigestivos, como la anemia ferropénica, alteraciones dentales, aftas orales de repetición… Es lo que suele verse en población adolescente”, indica.
La tríada de síntomas más común es la formada por diarrea-pérdida de peso-malabsorción. Pero no todos los celiacos presentan estos u otros síntomas, pues en muchos casos la celiaquía es asintomática, y no se descubre sino de forma casual. No es necesario que se den todos los síntomas para ser celiaco y la presencia de muchos de ellos no es indicativo de gravedad.