La merienda es ese alimento rico y nutritivo que se toma entre el almuerzo y la cena. La merienda también ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre y la producción de insulina, por lo que contribuye a prevenir y mantener bajo control la diabetes infantil. Esto sin contar que aporta una buena dosis de energía para que los niños puedan reponer fuerzas. Además, estudios han logrado determinar que la merienda aporta energías y es muy beneficiosa para mejorar el rendimiento académico en los niños.
¿Qué debe tener una merienda infantil?
Alimentos nutritivos
La merienda debe representar el 15% del aporte energético diario que recomienda la OMS pero lo ideal es que esas calorías provengan de alimentos nutritivos que le aporten las vitaminas, los minerales y las proteínas que el niño necesita para crecer de manera saludable. Los nutricionistas recomiendan que en este horario no debe faltar una pequeña ración de fruta, cereales y lácteos.
Alimentos naturales
Los alimentos naturales no solo son muy saludables, sino que también son muy nutritivos. Contienen los carbohidratos, proteínas, azúcares y grasas que el niño necesita para crecer y además, están libres de conservantes, aditivos e ingredientes artificiales que pueden ser dañinos para su salud. Es cierto que estos alimentos, como las frutas, la leche y el queso, no siempre son los preferidos de los niños, pero si se combinan inteligentemente, los pequeños los adorarán.
Ser lo más saludable posible
En la merienda infantil se deben evitar los alimentos demasiado calóricos que sean dañinos para la salud. De hecho, los alimentos ricos en azúcares y grasas como los productos de la bollería industrial no se recomiendan porque además de no ser nutritivos, les aportan al niño muchísimas calorías vacías que terminan por generar sobrepeso u obesidad. Lo ideal es que se trate de una merienda saludable con alimentos nutritivos.
Cantidad adecuada
Tan importante como los alimentos que se incluyen en la merienda del niño son las porciones de los mismos. Ten en cuenta que la merienda es una comida que sirve para reponer energía y controlar el hambre hasta la hora de la cena, así que no debe ser muy abundante. Los expertos en nutrición infantil afirman que una porción reducida de cada alimento (sándwich, zumo o yogurt y fruta) es suficiente para saciar el apetito del pequeño y ofrecerle la energía que necesita.
Variada
Los niños suelen ser muy exigentes con la comida y a menudo rechazan los alimentos que se les presentan una y otra vez. Así que lo mejor será apostar por una merienda diaria balanceada y variada para evitar que el niño se aburra de los mismos alimentos. Además, es una estrategia muy útil para equilibrar los nutrientes que el pequeño consume y para prevenir posibles carencias nutricionales.
Consejos para una buena merienda en los niños:
Básicamente, una buena merienda debe incluir leche o derivados, fruta y cereales. Una buena opcion para los niños es añadir cacao en polvo a la leche para garantizar el aporte de energía necesaria.
Esta ingesta a media tarde puede ser una buena oportunidad de completar las raciones diarias recomendadas de frutas, cereales y lacteos. La merienda debe incluir alimentos variados y ricos en nutrientes. Es recomendable moderar el consumo de alimentos excesivamente caloricos o ricos en grasas saturadas y azúcares refinados, que pueden resultar perjudiciales si se toman en exceso y pueden ocasionar sobrepeso y obesidad, asi como otras patologías.
Una opción saludable puede ser un combinado de alimentos representativos de estos tres grupos, por ejemplo, un vaso de leche acompanado de una fruta o cereales, pan con chocolate y una fruta. O bien, tambien resulta muy aconsejable tomar un yogur y frutos secos o un bocadillo de jamón o queso.
1. Cereales. El pan, las galletas y los cereales en copos ofrecen al niño la energía necesaria para el buen funcionamiento de sus músculos y de su cerebro.
2. Productos lacteos. Un vaso de leche (con o sin chocolate en polvo), un yogur natural o de frutas, o un trozo de queso son alimetos ricos en calcio y en proteinas necesarios para su crecimiento.
3. Fruta. Una pieza de fruta o un zumo natural de frutas contiene fibra y la cantidad de vitamina C necesaria para reponer su sistema inmunológico, y el agua que necesita para calmar la sed.