Durante el embarazo no es necesario privarse de muchos alimentos, sin embargo, hay algunos que deben comsumirse con especial cuidado ya que podrían generar algún problema de salud en el organismo. ¿Es el caracol un alimento recomendado durante el embarazo? En parasubebe te contamos.
Las principales enfermedades causadas por los caracoles son la equistosomiasis, fasciolosis y la meningitis eosinofílica, que pueden infectar a las personas a través del contacto con las secreciones de los caracoles o el consumo de estos moluscos crudos o mal cocidos.
Los caracoles son pequeños moluscos fácilmente encontrados en plantaciones, jardines e incluso en las ciudades porque no tienen depredadores, se reproducen rápidamente y se alimentan de plantas, pudiendo comer incluso la pintura de las casas.
En ciertos países, las enfermedades causadas por caracoles son muy frecuentes, sin embargo, en otros, estos animales no contienen los parásitos necesarios para transmitir enfermedades, por esta razón no es necesario alertarse si se encuentra un caracol en la lechuga o en el huerto, aunque sea recomendada su eliminación en caso de notar que aumentan en cantidad.
Efectos secundarios de comer caracoles durante el embarazo
Comer caracoles estando embarazada puede tener distintos efectos secundarios. Te los mencionamos a continuación:
- Síntomas gastrointestionales: si se contrae el parásito anguillulasis, este provoca síntomas como náuseas, vómitos y calambres. En este artículo encontrarás más información sobre los calambres en el vientre durante el embarazo.
- Toxicidad por metales pesados: por ejemplo, el plomo. Este metal es tóxico para los fetos y puede interferir en su esarrollo.
- Fiebre y diarrea por infección de salmonela. También puede producir náuseas y un aborto espontáneo.
- Infección por listeria: puede conducir a la infección grave por listeriosis, que pone en peligro al feto.
- Alergias a proteínas del caracol: la urticaria, el eccema o la dificultad respiratoria son algunos de los síntomas de las alergias a las proteínas de caracol.
- Intoxicación alimentaria: causada por bacterias como la E. coli, u otros parásitos que pasan desapercibidos.
- Desnutrición: como resultado de las náuseas o vómitos persistentes provocados por la infección causada por el consumo de caracoles.
- Deshidratación: ocurre porque el cuerpo es incapaz de retener líquidos por diarrea y vómitos.
- Bajo peso al nacer: si la infección o malabsorción persiste durante el embarazo, el bebé tendrá bajo peso. En estos casos, te recomendamos leer este artículo sobre cómo cuidar a un bebé con bajo peso al nacer.
- Aborto espontáneo o parto prematuro: puede ocurrir en casos graves de infección sistémica por comer caracoles embarazada, como la listeriosis.
¿En qué forma consumir caracoles?
En caso que seas una fanática empedernida a los caracoles o tengas antojo de comerlos, te recomendamos que evites consumirlos crudos. Así que puedes ingerir estos platillos solo cuando están cocidos.
De esta forma, podrás comer frituras de caracol o emparedados de frituras. Otras de las opciones es en estofado o en sopa de caracol. Sin embargo, te pedimos que por tu seguridad y la del bebé, te asegures que su cocción alcance una temperatura interna de145° F (63° C); solo de esta manera te asegurarás de matar cualquier bacteria que ocasiona enfermedades.
Cantidad de caracoles que puedes comer estando embarazada
Finalmente ya te dijimos que es una pésima opción consumir caracoles crudos durante el embarazo. A nivel científico y médico se comprobó que un alto consumo de mariscos crudos genera deficiencia de vitamina B1 o tiamina.
No obstante, si los consumes cocidos debes ponerte en contacto con tu médico o con el ginecobstetra que será el encargado de decirte cuánta cantidad puedes consumir; ya que todo depende de tu caso y la salud del bebé.
Los caracoles son una fuente de proteínas, y pueden ser parte de una dieta equilibrada durante el embarazo, pero pueden portar parásitos o bacterias, como Coliformes y Vibrio, que podrían causar enfermedades extremadamente peligrosas si se consumen crudos o insuficientemente cocidos.
Además, los caracoles son vulnerables a la marea roja, por lo que acumulan algas microscópicas, y cocinarlos no garantiza que se eliminen o mueran. Cuando los caracoles tienen algas pueden provocar intoxicaciones por mariscos, que afectan afecta el sistema nervioso central. Así pues, consumirlos puede poner en peligro tanto tu salud como la del bebé en formación.