Una de las decisiones más difíciles de tomar con nuestro hijo es al cuidado de quién quedará cuándo debamos volver al trabajo. Se deben tener en cuenta varios factores como el económico y el de la seguridad de nuestros pequeños.
Aparte de esto, y fuera de la cuestión de la elección de una buena niñera, vamos a centrarnos en los beneficios que esta puede aportar en la vida del bebé o niño. Si aún no estás segura de si ir a trabajar o quedarte en casa y cuidar a tu pequeño, quizá esto te pueda ayudar en la toma de tu decisión según las necesidades de tu hijo y la familia en general.
#1 Va a crear un vínculo de apego seguro
Más allá de socializar con sus iguales o adquirir independencia, lo que más necesita un infante menor de 2 o 3 años es establecer un apego seguro. Esto será la base de su personalidad, de la confianza en sí mismo y en el mundo, y repercutirá en su futuro y salud mental. Y, para lograrlo, necesita contar con un cuidador principal, sensible y capaz de responder a sus necesidades.
Este rol tan crucial lo tienen los padres; sin embargo, una niñera también puede convertirse en una figura de apego. Como decimos, la clave es contar con un adulto presente y disponible para el bebé. Ya sea para escucharlo, entenderlo y cubrir sus demandas de forma consistente y apropiada.
En un centro infantil, se hace imposible que se dé ese tipo de respuesta que el niño necesita. Por esto, el cuidado de una niñera puede ser lo más cercano a esa atención ideal que es cálida, estable y nutritiva ofrecida por los propios progenitores.
#2 Valores compartidos
Otro de los alicientes más destacables es la posibilidad de asegurarte de que, al escoger una niñera para tu hijo, comparta los mismos valores, prácticas y actitudes que tú aprecias y aplicas. Por ejemplo, si estás comprometida con una crianza respetuosa, positiva y consciente, tienes la opción de contratar a una educadora que siga la misma línea.
En este caso, puedes consensuar rutinas del bebé y modos de proceder. Es decir: ¿cómo manejar las rabietas?, ¿cómo abordar el momento de las comidas?, ¿qué grado de autonomía ofrecer al infante?… en el caso de una guardería, no es posible este nivel de consenso, detalle y supervisión por tu parte.
Además de disfrutar de un estilo educativo más positivo, tu hijo se beneficiará en lo relativo a la coherencia, pues todas las figuras de cuidado en su vida seguirán estilos y prácticas similares, aportando una sensación de claridad y estabilidad.
#3 Contará con una atención personalizada
En la línea de lo anterior, contar con una niñera le asegura a tu bebé una atención personalizada y le libra de la necesidad de tener que estar compitiendo por atención. Además, le permite seguir sus propios ritmos sin presiones externas.
Por ejemplo, en algunos centros infantiles estrictos, es posible que se exija al infante controlar los esfínteres o transicionar a los alimentos sólidos antes de estar preparado. Pero, con una cuidadora en el hogar, esto no es así.
Por otro lado, si se utiliza bien este recurso, es posible favorecer bastante el desarrollo intelectual y psicológico del niño. Los bebés que acuden a un centro presentan una ventaja respecto a los que son cuidados en el hogar, pero este se debe a la cualificación de quienes les cuidan y a la estimulación que reciben.
¿Qué significa esto? Que al realizar una elección acertada de niñera, optando por una con formación en pedagogía infantil, podrás obtener resultados iguales o mejores. Ella podrá diseñar y adaptar las actividades y tareas de estimulación específicas para tu pequeño. Algo que es de gran utilidad si presenta necesidades especiales.
#4 Rutina y tranquilidad en su entorno
Otro beneficio es la facilidad de hacer una transición más sencilla y respetada. ¿A qué nos referimos con esto? Para un bebé, separarse de su madre resulta confuso y doloroso, ya que él no entiende por qué se va o si va a volver.
Si a esto le sumamos tener que cambiar de entorno (salir de su casa para ir a un centro) y de horarios (madrugar para ir a la escuela), el trago es mucho más duro. Contar con una cuidadora particular permite al niño permanecer en su hogar, en un ambiente seguro y conocido, y continuar con sus rutinas. Algo que puede facilitar mucho la adaptación.
#5 Se expondrá menos a virus y enfermedades
Por último, los niños que asisten a guarderías tienen tasas más altas de diarrea, hepatitis A, meningitis y posible otitis media que los niños que se quedan en casa.
También se ha informado de una mayor incidencia de enfermedades gastrointestinales y respiratorias. Esto supone un importante riesgo para su salud y puede evitarse si el menor queda al cuidado de una niñera.