En muchas ocasiones, como padres podemos cometer errores que hacen que nuestros hijos nos pierdan el respeto y la autoridad. A continuación te mencionaremos algunas cosas que debes hacer si quieres mantener algo tan importante como es la autoridad con tus hijos.
Sé coherente: Uno de los errores principales que cometemos como papás es no ser coherentes con las normas y límites que imponemos. Podemos castigar a neustros hijos por cosas que en el pasado les hemos permitido o cambiar de opinión de manera inconsistente. Esto puede generar confusión en los niños y una sensación de que lo que dicen mamá o papá no es algo fijo.
Es importante ser claros y precisos en las normas que establecemos en casa, y ser coherentes a la hora de aplicarlas. Por ejemplo, si les decimos a nuestros hijos que no pueden salir de casa después de cierta hora, debemos hacerlo sin excepción alguna. De esta forma, nuestros hijos sabrán lo que se espera de ellos y desarrollarán el respeto hacia las normas.
Establece límites
El hecho de no etablecer límite claros trae consecuencias en su desarrollo emocional y social. Es cierto que no siempre resulta fácil poner límites, pero es fundamental para que los hijos adquieran la capacidad de regular sus conductas y emociones. Los límites permiten a los niños sentirse seguros y protegidos, lo que les transmite la idea de que los padres se preocupan de su bienestar.
Es importante, pues, aprender a escuchar a nuestros hijos de forma activa y sin juzgarlos. Si no podemos concederles algo, debemos explicarles por qué no podemos hacerlo y ofrecerles alternativas que puedan satisfacer sus necesidades sin poner en compromiso nuestro papel como padres.
Reconoce tus errores
Además, pedir disculpas les demuestra a los hijos que es valioso asumir la responsabilidad de nuestros actos y promueve la sinceridad y la honestidad en la familia.
Respeta su privacidad
En muchas ocasiones podemos preguntarnos qué están haciendo nuestros hijos en su tiempo libre. Pero, es crucial que entiendas que ellos también quieren y necesitan su espacio. Aunque cabe resaltar que esto no quiere decir que no los controlemos, la libertad es algo que e irá dando con el tiempo, a medida que vaya avanzando su edad y que ellos demuestren que tienen la madurez para tenerla. Además, cuando respetamos su intimidad y les permitimos tener sus propios espacios, les ayudamos a desarrollar autonomía. Así, irán sintiéndose cada vez más seguros y confiados en sí mismos.
Háblales siempre con la verdad
Si lo que deseamos como padres es tener autoridad con nuestros hijos y que nos respeten, es fundamental no mentirles. De hacerlo, es posible que nuestros hijos se sientan frustrados y decepcionados, algo que cambiará la percepción que tienen sobre nosotros. Además, es importante mencionar que este comportamiento puede ser imitado por nuestros hijos, lo que propiciará que recurran a la mentira cada vez que quieran conseguir algo. Recuerda que el ejemplo es clave en la educación de los hijos.
Que tu hijo no sea tu unica prioridad
Priorizar el funcionamiento de la familia y todos y cada uno de sus miembros es necesario para una correcta convivencia. Si siempre estamos pendientes de nuestros hijos, dejando de lado a la pareja u otros familiares, es fácil que el niño entienda que siempre vamos a estar allí y, por ende, que no valore nuestra presencia. Esto también hará que entiendan que ellos son lo único que tenemos o nos importa, lo que facilitará que nuestros hijos nos pierdan un poco el respeto. Pasar tiempo con los niños es lo más valioso, pero no es necesario sacrificar toda nuestra vida y relaciones, todo debe tener un equilibrio.
Fomenta valores en tus hijos desde pequeños
Cómo última recomendación es importante establecer una serie de valores con los cuáles queremos educar a nuestros hijos y ser fiel ejemplo de ellos. No podemos castigarles si nos cuentan una mentira, cuando nosotros nos pasamos el día buscando excusas. Del mismo modo, no podemos regañarles por querer dejar los deberes para otro momento, si ven que nosotros somos los primeros en posponer nuestras obligaciones, recuerda que no solo se educa con palabras sino con el ejemplo.