cartas de emocionesDefinitivamente, una asertada educación emocional en los niños les ayuda a expresar adecuadamente sus emociones, entenderlas e inclusive ponerles un nombre a cada una de ellas, para después lograr entenderlas y encontrar la solución al problema que se esté presentando. Sin embargo, en el caso de los niños muy pequeños puede llegar a ser una tarea un poco más complicada ya que carecen de los recursos léxicos necesarios para expresar cómo se están sintiendo y cuál es la causa de su enojo o frustración.

Cómo adultos podemos ayudarles recurriendo a un método infalible: las tarjetas de emociones”, una forma muy práctica que podemos simplemente descargar de internet o elaborarlas nosotros mismos, mientras nos divertimos con nuestros hijos.

¿Qué le pasa? ¿Por qué llora?

Cuando un niño pequeño llora o estalla en una rabieta es importante que los padres le ayudemos a gestionar lo que está sintiendo, animándole a expresarse libremente y sin juicios, acompañándole de forma respetuosa y amorosa, y escuchando todo lo que nos quiera contar sobre el por qué de su ‘explosión’.

En este sentido, pudiera ocurrir que el llanto haya surgido porque otro niño le ha quitado un juguete, porque se ha peleado con su hermano, porque no quiere comer lo que está en el plato, porque le asusta irse a dormir, porque ha visto en la televisión una imagen que le ha impactado, porque se siente avergonzado por algo que ha ocurrido… La lista de motivos es extensa, y conocerlo nos ayudará a abordar mejor el problema.

Si el niño es muy pequeño, quizá no sepa explicarnos lo que quiera que haya sucedido y provocado su reacción. O incluso puede que ni siquiera sepa identificar lo que siente. En estos casos, recurrir a recursos externos como libros de emociones, pictogramas o tarjetas, puede ser de gran ayuda.

Cuáles son las emociones básicas en los niños

Pero antes de hablar en detalle sobre las tarjetas para descubrir las emociones, vamos a analizar cuáles son las emociones más básicas; aquellas universales a todos los seres humanos, y que los niños son capaces de identificar desde muy temprana edad.

Estas emociones están magistralmente representadas en la película de Pixar, “Del Revés” (Inside out), que te recomendamos encarecidamente ver, si es que no lo has hecho ya.

  • Alegría: los niños la manifiestan a través de la risa, las carcajadas, el juego, la emoción de estar con los amigos.
  • Tristeza: en contra de lo que se cree, la tristeza es una emoción saludable y necesaria, que no debemos reprimir. Se manifiesta en forma de llanto, apatía, desgana… En ocasiones, los niños necesitan estar tristes, pero también nuestra ayuda para saber gestionarlo.
  • Miedo: el miedo aparece cuando percibimos un peligro, y va evolucionando y cambiando con la edad. Durante la infancia es algo completamente natural, y puede aparecer ante situaciones cotidianas como el momento de ir a dormir, toparse con un perro, subir a un columpio alto, ver un insecto… Es importante distinguir el miedo de las fobias.
  • Asco: el asco es una emoción defensiva que se manifiesta por el rechazo a algo. Entre las cosas que más asco producen en la infancia se encuentran ciertas comidas (neofobia) y animales, como los insectos o las serpientes.
  • Asombro o sorpresa: es quizá una de las emociones más típicas de los niños durante sus primeros años de vida. Y es que es muy fácil sorprender a un peque con una noticia, una imagen o un regalo, por ejemplo. Las sorpresas pueden ser agradables o desagradables.
  • Ira: de todas las emociones, quizá la ira sea la que más incertidumbre y angustia genera a los padres, especialmente entre los dos y los cuatro años, que es la etapa en la que los niños suelen comenzar con las rabietas.

A medida que el niño vaya creciendo y alcanzando un mayor desarrollo cognitivo, irán apareciendo nuevas emociones como el desprecio, el odio, la satisfacción, el placer…Pero por el momento, vamos a centrarnos en ayudarle a identificar las emociones más básicas y qué las provoca.