Realmente cuando tu bebé está congestionado, la hora de dormir se vuelve una pesadilla. No solo se le complica respirar adecuadamente sino que la calidad de su descanso se ve visiblemente afectada, impidiendo que tenga un sueño reparador y se despierte llorando continuamente. Aparte de esto, también cabe la posibilidad de que estos mocos se vayan por las vías respiratorias altas, provocando que el bebé se ahogue.
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Pero no te preocupes, esto puede mejorar con una buena postura en el bebé al momento de acostarlo, en parasubebe te contamos:
Consejos para acostar a tu bebé con mocos
Algunos padres optan por acostar al bebé boca abajo o de lado. sin embargo, estas posturas podrían resultar incómodas para un bebé que está congestionado. En la mayoría de los casos, se recomienda acostarlo boca arriba y semi incorporado, en un ángulo aproximado de 45º. Esta posición además de respirar, evitará que los mocos se queden estancados en las fosas nasales y generen otitis.
Para conseguir esta postura, debes colocar un cojín o almohada pequeña bajo la sábana de tu bebé de manera que quede levemente inclinado.
En caso de que los mocos seas excesivos y eté siendo imposible el descanso del pequeño, podrías ponerte en posición semi sentada en la cama con unos cojines en la espalda y tomar al bebé y ponerlo en los hombros, con la nariz hacia abajo. Esta postura ayudará al bebé a respirar mejor a la vez que les ayuda a mejorar mucho la congestión nasal y a conciliar el sueo por más tiempo.
Otros tips para la congestión nasal en bebés
La postura es muy importante para aliviar las molestias nasales de un bebé y ayudarle a respirar, pero también puedes tener en cuenta otros consejos.
Mantén húmeda la habitación del bebé
Un aire fresco y húmedo siempre va a ser bueno para despejar las vías respiratorias. Renovar el aire de la habitación ayudará a mejorar los niveles de oxígeno, ayudando a que el bebé respire mejor.
De igual forma cuando se renueva el aire de la habitación se mejoran los niveles del oxígeno, y evitas que se resequen las mucosas, regulando la mucosidad del cuerpo. Además, debes evitar poner la calefacción o el aire acondicionado ya que resecan demasiado el ambiente. Los humidificadores son ideales.
Lavado nasal con suero fisiológico
Hacerle al bebé un lavado nasal con suero fisiológico antes de dormir ayudará a despejar las fosas nasales del pequeño y, por tanto, contribuirá a que respire mejor. Para ello, deberás tapar uno de los orificios de la nariz mientras irrigas el contrario para dejar que el suero haga su trabajo limpiando mediante arrastre las secreciones acumuladas y los microorganismos que se encuentran en las mucosas. De esta manera, no solo le ayudas a respirar mejor sino que evitas posibles infecciones.
Buena hidratación en el bebé
Una buena hidratación siempre será importante, y más si se trata de un bebé resfriado o congestionado, una hidratación adecuada le ayudará a reponer los electrolitos perdidos a través de los mocos y a diluir la musocidad facilotando su expulsión. Por esto, si el bebé aún está lactando asegúrate de darle un biberón o el pecho con más regularidad durante estos días para contribuir a que la mucosidad fluya mejor. Si el bebé ya ha comenzado con la alimentación complementaria, puedes darle agua o caldos naturales sin sal.
Baños de vapor
Los baños de vapor contribuyen a fluidificar las secreciones haciendo que los mocos salgan y despejen las fosas nasales. En estos casos, puedes aprovechar para reblandecer los mocos el vapor que sale cuando bañas al bebé con agua caliente o, si lo prefieres, puedes recurrir a vaporizadores o al método tradicional de calentar agua y acercar al bebé para que aspire los vapores.
Ten en cuenta que si la mucosidad del bebé tarda en desaparecer, le cuesta mucho respirar o presenta otros síntomas asociados, debes consultar inmediatamente a su pediatra para que le diagnostique qué le sucede y le brinde el tratamiento adecuado.