Cabe resaltar que el consumo de alimentos con alcohol incluído durante la gestación puede resultar perjudicial, principalmente en postres. Si en cambio es un alimento que va a ser cocido, la recomendación podría ser diferente ya que durante el proceso de cocción parte del alcohol puede evaporarse y no ser tan dañino. Sin embargo, aunque la cantidad residual de alcohol podría ser baja, muchos estudios recomiendan que la mujer embarazada se abstenga de alimentos que contengan alcohol, ya sea en bajas o altas cantidades.
No es muy recomendable la utilización de vino en preparaciones para embarazadas, ya que el alcohol puede generar daños en el feto. Y, aunque el alcohol se reduce en gran medida durante la cocción, no se elimina en su totalidad. Es decir, que estos alimentos pueden contener cierto grado de alcohol, incluso después de haber sido cocidos por un largo período de tiempo.
Si es tu elección agregar vino u otra bebida alcohólica a tus alimentos durante la gestación, deberás tener en cuenta algunas precauciones y también pensar si vale la pena tomar riesgos de salud con tu bebé al consumir alimentos o bebidas que están prohibidos durante esta etapa del embarazo.
Cuáles son los factores de riesgo que se tienen al consumir alimentos envinados durante la gestación:
Primero que todo, se necesita establecer una diferencia entre consumir alcohol en la etapa del embarazo y consumir recetas que lo contengan en pequeñas cantidades. La primera condición no debería ser practicada bajo ninguna circunstancia, ya que beber alcohol durante la gestación aumenta probabilidades de que el bebé tenga defectos de nacimiento.
sin embargo, el alcohol que contiene recetas es un tema un poco más debatible ya que el riesgo está directamente ligado a la cantidad de alcohol a la que se encuentre expuesto el feto. Te detallamos esto a continuación:
- El alcohol consumido durante el embarazo pasa a través de la placenta directamente al feto, pero la mayor parte del alcohol cocinado se evapora. Por lo tanto, no pasa directamente al bebé.
- Por lo general, cuando se usa alcohol para cocinar se evapora durante el proceso, lo que reduce la cantidad de alcohol en el producto terminado. No obstante, es posible que todavía quede una pequeña cantidad de alcohol, especialmente en platos que no necesitan cocinarse durante mucho tiempo o con altas temperaturas, como es el caso de muchos postres.
- La pequeña cantidad de alcohol que queda en los alimentos cocinados o en algunos postres no necesariamente aumenta el riesgo del síndrome alcohólico fetal. Es decir, si consumiste algún alimento cocinado con alcohol de forma no intencional durante el embarazo, el riesgo para el bebé suele ser bajo. Sin embargo, esto podría cambiar según la etapa actual de tu embarazo, la cantidad o la frecuencia.
- Algunos riesgos del consumo excesivo de alcohol en el embarazo incluyen defectos de nacimiento y problemas de conducta.
Generalmente, es muy poco probable que con un único consumo de manera esporádica de alimentos cocinados con algún tipo de licor se tenga un impacto negativo en el bebé en formación. Si tienes muchas dudas con respecto a esto, lo más recomendable sería que hablaras con tu médico de confianza, para que sea él quién te ayude a definir la cantidad adecuada de licor que debes o no consumir en tus alimentos, si por ejemplo, este tipo de cocciones ya están dentro de tus hábitos de alimentación.
Estos son los platos que contienen más alcohol y que, deberías evitar en el embarazo:
Probablemente no quede suficiente alcohol en los alimentos previamente cocidos, que pueda generar un impacto negativo en el desarrollo del bebé en gestación. Pero, debido a los riesgos potenciales, se recomienda tomas precauciones. Algunos de los alimentos que deberías evitar son los siguientes:
- Bebidas alcohólicas: evita por completo las bebidas alcohólicas, incluyendo cerveza, vino, licores y cócteles.
- Alimentos con vino cocinados a temperaturas bajas: los alimentos preparados con vino pueden contener trazas de alcohol. Los platos con mayor riesgo son los que se cocinan por más tiempo a temperaturas bajas porque se evapora menos alcohol.
- Salsas elaboradas con vino, ya sea tinto o blanco.
- Alimentos fermentados: los alimentos fermentados como los encurtidos, queso azul y otros quesos mohosos pueden contener pequeñas cantidades de alcohol.
- Yogur: algunos yogures contienen cultivos vivos que fermentan y liberan pequeñas cantidades de alcohol.
- Sopas de miso: este tipo de sopa se elabora con una pasta fermentada alcohólica.